Unos 50 prestadores de servicios náuticos de la Laguna de Bacalar no pudieron iniciar esta semana con sus tours acostumbrados, toda vez que el nivel de agua asciende y es imposible andar en los muelles.
Los 200 muelles que la Laguna de los Siete Colores tiene, tanto los de madera como los de concreto, están bajo el agua por la inundación, derivada de las lluvias intensas desde principios de junio.
Los encargados de los tours en lanchas tuvieron que parar operaciones en espera de que el agua baje, no tanto porque no puedan andar, sino porque es imposible pasar caminando por los muelles y solo pondrían en riesgo a los clientes.
Autoridades de Protección Civil ya acudieron a la Laguna para constatar que hay un efecto raro con el agua, que sigue escurriendo hasta esta zona del sur de Quintana Roo y rebosando el nivel del agua.
El Gobierno Municipal también exhortó a los empresarios locales a restringir las actividades náuticas para no poner en riesgo a la población y esperar los días hasta que baje el agua.