El desenlace no es ninguna sorpresa ya que tanto la liga como los Raiders habían dicho que no estaban satisfechos con las propuestas que hizo la municipalidad de Oakland
El desenlace no es ninguna sorpresa ya que tanto la liga como los Raiders habían dicho que no estaban satisfechos con las propuestas que hizo la municipalidad de Oakland en torno a un nuevo estadio, mientras que Las Vegas ofreció invertir 750 millones de dólares en una instalación.
Bank of America, por otro lado, le está dando al dueño de los Raiders Mark Davis un préstamo de 650 millones de dólares, lo que ayudó a convencer a los demás propietarios de que aprueben la tercera mudanza de un equipo en menos de un año.
La votación fue 31-1 a favor de la mudanza. Solo los Delfines de Miami se opusieron.
Los Rams se mudaron de San Luis a Los Angeles en el 2016 y en enero de este año los Chargers se fueron de San Diego a Los Angeles.
Es previsible que los Raiders jueguen otros dos o tres años en Oakland antes de que el nuevo estadio, que costará 1.700 millones de dólares, esté listo cerca del centro de Las Vegas.