El presidente de Venezuela se siente frustrado por la relación con Obama, luego de que el mandatario declarara al país sudamericano como una amenaza a la seguridad estadounidense en 2015
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo hoy sentirse “frustrado” por el estancamiento de las relaciones con Estados Unidos durante la administración del mandatario Barack Obama.
Maduro le volvió a pedir a Obama que derogue la orden presidencial de 2015, que declaró al país como una amenaza a la seguridad estadounidense.
Sin embargo, Maduro señaló que espera tener buenas relaciones con el presidente electo, Donald Trump, respecto a quien dijo que canalizó el descontento de los estadunidenses por las guerras y el libre comercio.
En su programa de radio y televisión “En contacto con Maduro”, confesó que se siente “frustrado porque ha sido imposible tener una relación, una actitud seria de la administración Obama”, a quien, reveló, le envió tres cartas y nunca obtuvo respuesta.
“¿Cómo se llama eso? ¿Humildad o prepotencia?”, preguntó, y reiteró su pedido para que Obama derogue el decreto presidencial de 2015, que aplicó sanciones a varios funcionarios venezolanos, y declaró al país como una amenaza a la seguridad estadounidense.
Sobre el gobierno de Trump, señaló que esta Venezuela “soberana, de paz y revolucionaria” aspira a tener las “mejores relaciones” con el gobierno de Trump.
“Yo aspiro eso, por la calle del medio, que tengamos las mejores relaciones con el pueblo de Estados Unidos, con el presidente electo de Estados Unidos y se puedan superar los errores que se han cometido con Venezuela, con Latinoamérica”, señaló Maduro.
Agregó que “errores graves que cometió George Bush, y que lamentablemente profundizó Obama, de amenazas contra la Venezuela de paz”.
Maduro afirmó que en mayo pasado pronosticó el triunfo de Trump, al considerar que el pueblo estadunidense, cansado del neoliberalismo y los salarios de hambre, se estaban orientando en contra de la candidata demócrata Hillary Clinton, que el final perdió en las elecciones del pasado 8 de noviembre.
Agregó que las corrientes de cambio que llegaron a Estados Unidos con Obama son muy poderosas en un mundo que estaba cansado de la guerra en Irak, de los centros de tortura en Guantánamo.
“Obama representó esas corrientes de cambio, pero esas corrientes siguen intactas en Estados Unidos, yo diría que ahora son más poderosas y que hizo que Trump canalizara”, dijo.
Maduro indicó que insistirá en que antes de que entregue la Casa Blanca, en enero próximo, Obama derogue el “decreto infame, pues no somos una amenaza”.
Venezuela y Estados Unidos no tienen embajadores desde 2010, un tema que será de primer orden para el nuevo presidente en Washington. Venezuela exporta alrededor de 700 mil barriles diarios de petróleo a Estados Unidos.
Poco antes, Maduro afirmó que Obama vino a la región a hablar “tonterías” de Venezuela, al criticar su visita que hizo a Perú para asistir a la reunión en los países del Asia-Pacífico.
“Ayer vino Obama a Perú a hablar tonterías de Venezuela”, dijo en su programa, el cual señaló que le dedicaba al mandatario estadunidense.
Maduro dijo que respetaba el nuevo rumbo que tomó Estados Unidos con la elección de Trump, e indicó que “está buscando el rumbo de los pueblos del mundo, que se acabe la guerra, el libre mercado, llamado así, por 40 años de destrucción del mundo por el neoliberalismo”.
“Se lo dedico (el programa) a Obama, que ayer fue a Perú a hablar mal de Venezuela, no han podido con Venezuela ni podrán. Nosotros respetamos la decisión del pueblo de Estados Unidos con respecto al reciente resultado electoral, creo que ese pueblo está buscando un cambio”, aseveró.
En la cumbre de líderes del Asia-Pacífico (APEC), Obama afirmó el sábado que “tras una década en la que vimos a más y más países adoptar prácticas democráticas, se está viendo la reversión de algunos de esos logros”.