San José.— Estados Unidos y Cuba intercambiaron ayer fuertes ataques políticos, luego de que Washington denunció que las misiones médicas cubanas en el exterior son un ejemplo de “trabajo forzado” y La Habana respondió que las acusaciones son una “blasfemia” y una “desfachatez”.
Un informe mundial que el Departamento de Estado de EU difundió el pasado jueves sobre la trata de seres humanos aseguró que en 2019 persistió “una política o patrón del gobierno [de Cuba] de beneficiarse de los programas de exportación de mano de obra con fuertes indicios de trabajo forzoso”.
En una nueva refriega entre ambas naciones con más de 60 años de conflictos bilaterales, Estados Unidos calculó que hasta 50 mil galenos cubanos fueron obligados por su gobierno a “situaciones de trata en más de 60 países”.
Cuba “no ha tomado medidas para abordar las políticas coercitivas y de explotación en estas misiones, que son indicadores claros de la trata de personas”, puntualizó.
El periódico Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC), contestó ayer que Estados Unidos incurrió en “la ‘confusión’ descarada entre salvar personas y la trata de personas”.
El informe “intenta negar el aprecio expresado en distintas latitudes sobre la nobleza y solidaridad de los médicos cubanos, y cierra los ojos ante los esfuerzos de la isla a favor de erradicar la trata de personas, insistió el periódico Granma.
“Cuando el tema es Cuba, la blasfemia de la actual administración de Estados Unidos no repara en nadar a contracorriente de la opinión del mundo” y lanza “acusaciones inconsistentes” con el “cotorreo gastado” del supuesto trabajo a la fuerza de los doctores, añadió.
“Cuba habla con hechos, por lo cual resulta un puñetazo en pleno rostro” ratificar que “exhibe un desempeño ejemplar en el combate contra la trata” y mantiene una política de “tolerancia cero ante cualquier modalidad de este flagelo”, alegó.
Tras calificarlo como una “desfachatez” con “ilegitimidad”, recalcó que el reporte “coincide con la intensa campaña” del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra la colaboración de las brigadas de salud de Cuba por las “supuestas violaciones en su tratamiento y pago”.
Proliferaron en el siglo XXI
Las misiones sanitarias de Cuba en América, Asia, África y Europa proliferaron en el siglo XXI en paralelo a las denuncias de que el régimen comunista las explotó laboralmente y ganó gran cantidad de dinero al reclutarlas, enviarlas al exterior y pagarles un máximo de 30% del millonario cobro por sus servicios a gobiernos de esos cuatro continentes. Cuba siempre rechazó esas acusaciones.
El gobierno cubano informó el pasado 8 de junio que desplegó más de 2 mil 500 hombres y mujeres en más de 30 unidades de salubridad en Europa, América Latina y El Caribe, África y Medio Oriente para combatir al coronavirus. Unos 590 cubanos llegaron en mayo a México a unirse a la batalla.
Diario de Cuba, medio digital “no oficialista”, publicó a inicios de este mes que el gobierno de la Ciudad de México acordó pagar 6 millones 255 mil 792 dólares al régimen cubano en salarios, capacitación, especialización, asesoría e investigación y alojamiento del contingente. EL UNIVERSAL no obtuvo una confirmación oficial e independiente de esos datos.
En otra controversia sobre la “diplomacia de batas blancas” de La Habana, y de la que este periódico tampoco logró confirmación oficial, la prensa de Andorra reveló esta semana que el sábado anterior desertaron dos miembros de la misión médica de Cuba que acudió a ese país europeo a combatir al virus.