La emoción y motivación que generan las campañas electorales, cuando un candidato u candidata se convierte en esperanza desarrollan un efecto de triunfalismo. Uno de los más conocidos, fue el de Luis Donaldo Colosio, quien trágicamente fue asesinado, rompiendo un ciclo político en nuestro país. En ese entonces, la transformación propuesta por el entonces candidato a la presidencia, buscaba crea una nueva generación de mexicanos con esperanza y mejor calidad de vida. También habrá, quien mencione el cambio del PRI y al PAN, en el año dos mil, con Vicente Fox y, claro, recientemente a actual presidente Andrés Manuel López Obrador y la cuarta transformación. Todo lo anterior, ha sido y será juzgado por la historia y las esperanzas en los candidatos posiblemente continuaran en muchas más elecciones.
En lo que acontece en este tiempo, tenemos por un lado a un partido político MORENA, hegemónico gobernando la mayoría de nuestro país y en el otro sentido, partidos que antes eran dominantes, como el PRI, PAN y PRD hoy totalmente debilitados.
Así, que, en estas campañas adelantadas, con corcholatas destapadas recorriendo el país, para buscar un espacio como candidato y tener oportunidad en la próxima elección para presidente, surge de manera orgánica la esperanza en la oposición.
El nombre de esta esperanza es Xochitl Gálvez Ruíz con las siguientes características. Primeramente, mujer, donde no solo en México ha cambiado la participación del género femenino en la política y otras actividades, sino también todo el mundo está viviendo una revolución alrededor de ellas. De origen humilde e indígena y resultado del esfuerzo para poder alcanzar posiciones en la política y de forma privada. Sin embargo, lo que más valía le da a su posicionamiento, es la forma orgánica de sus repuestas, discurso y personalidad, muy al estilo del pueblo, lo que la lleva a ser mediática, que es lo que más cuenta en una campaña.
En sentido contrario, las corcholatas por parte de MORENA, en su recorrido pareciera que no terminan de despuntar para poder posicionar un próximo o próxima candadita para su partido.
Ahora, en la realidad política y electoral, una cosa es la campaña y otra la elección. Aunque en este momento, la esperanza de la oposición pareciera tomar fuerza, habría que esperar el día de la votación. Este día la debilitada oposición tendrá en contra un partido totalmente posicionado en todo el territorio nacional. El mapa de gobierno es claro, MORENA por su parte gobierna en más de veinte estados. Entre estos estados, tenemos gobernadores que ciegamente atenderán las indicaciones no escritas por parte de su partido y, buscarán sin más ni menos apoyar a quien se les indique. Lo anterior, no es algo nuevo, sino muy recurrente y visto en diferentes elecciones. El famoso día “D”, así como es llamado el día de la votación, seguramente se verá con movilizaciones a todo lo que dan, buscando el voto del ciudadano.
Cuál será la opción de la oposición contra esta marea guinda, que se ve venir y quien principalmente lo sabe es el inquilino del palacio nacional. Seguramente encomendarse a su buena campaña, al lado romántico de la elección y esperar la unificación del país nuevamente por un cambio.
Ahora, la posibilidad, haciendo de un lado la presidencia de la república, es probablemente recuperar la jefatura de la Ciudad de México.
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