No habrá cruceros hasta el 1 de octubre, anuncian autoridades sanitarias en EE.UU.

Los cruceros, una industria que en Estados Unidos emplea alrededor de 250 mil personas, no podrán operar en aguas de este país al menos hasta el 1 de octubre. Así lo anunció el Centro para el Control de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), la máxima autoridad nacional guiando los protocolos para prevenir el COVID 19.

Previamente la agencia de salud había impuesto una restricción a los cruceros hasta el 24 de julio. La extensión anunciada hoy se debe al aumento de casos de COVID-19 en territorio estadounidense, especialmente en el sur de la Florida ya que Miami es la capital mundial de los cruceros.

La asociación de líneas de cruceros internacionales (de la cual son miembros empresas como Royal Caribbean Group, Carnival Corporation, Norwegian Cruise Line Holdings, MSC Cruises, Disney Cruise Line y Virgen Voyage, entre otras) había cancelado unilateralmente todo tipo de viaje en crucero saliendo desde los Estados Unidos hasta el 14 de septiembre. La nueva disposición atrasaría dos semanas más su vuelta al trabajo.

Esta industria ha sido particularmente afectada por el COVID-19. En norteamérica tienen suspendidas sus operaciones desde el 13 de marzo, generando pérdidas millonarias. Para Miami-Dade es especialmente preocupante la crisis que atraviesa esa sub-industria del turismo ya que las compañías de cruceros más grandes del mundo tienen todas sus oficinas centrales aquí y son, en conjunto, el mayor empleador de la región. Todas las empresas de cruceros se han reestructurado durante la pandemia prescindiendo en su mayoría de hasta un tercio de sus empleados.

El puerto de Miami, el puerto de cruceros más grande y transitado en el mundo, se ha mantenido abierto por los barcos de carga pero desde mediados de marzo tiene la mayor parte de su actividad paralizada. Expertos en la industria indican que un tercio de las ganancias generadas por esta industria, que se calculan rondan los 8 mil millones de dólares al años, quedan en Florida.

Al suspenderse las operaciones en mar de las líneas de cruceros se comenzó un proceso de repatriación de pasajeros con casos especiales, como Argentina, donde los países de origen no estaban aceptando a sus propios ciudadanos, quedando estos varados en alta mar o en Estados Unidos. Actualmente ninguna línea de cruceros tiene pasajeros a bordo en aguas estadounidenses pero aún muchas de ellas tienen empleados en los barcos esperando poder volver a sus países. De acuerdo con los guardacostas de Estados Unidos, hasta el 10 de julio había 67 cruceros en aguas territoriales con 14.702 empleados dentro de los barcos.

Según el CDC, desde el 1 de marzo, las empresas de cruceros han reportado 2973 casos de COVID en sus barcos en aguas de este país y 34 muertes relacionadas al virus. El mismo organismo confirma que los casos se dieron en 99 brotes diferentes ocurridos en 123 cruceros distintos.

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