Dicen que no falta el prietito en el arroz y lo corrobora Gilberto Gómez Mora, el secretario general del ayuntamiento de Tulum, quien fue grabado a bordo de un taxi tratando de reclutar a un taxista que realiza trabajos de activismo político para el PRD.
Así como el alcalde perredista de Benito Juárez, Julián Ricalde Magaña, fue videograbado recibiendo indebidamente fajos de billetes, Gómez Mora es protagonista de un mini film en el que ofrece a un activista de nombre Miguel un “apoyo” de $8,000 mensuales, a cambio de sumarse a la estructura priista.
Hay una manera muy precisa de calificar a Gómez Mora, pero sería muy ofensivo. En el futuro lo que menos debe procurar es tener iniciativa. Simplemente no se le da.
Gómez Mora manchó un proceso que, del lado del PRI, se había dado de manera impecable, lejos de los escándalos, cuidando cada detalle. El gobierno de Roberto Borge aplicó el librito, hizo todo lo que tenía que hacer y mucho más para evitar cualquier rasguño al proceso electoral.
Se suspendieron programas oficiales muy importantes, porque así lo acordaron los dirigentes nacionales de los partidos dentro del Pacto por México y el Gobernador puso su esfuerzo para cumplir con esos compromisos, aún con el riesgo que eso suponía para la población.
En la estrategia general nada se dejó a la suerte. Se presupuestaron todos los escenarios y se actuó en consecuencia, pero nunca se cuenta con personajes ocurrentes como Gómez Mora, que no solo estropea un trabajo que requirió largas jornadas de planeación, sino que antepone a sus hijos y nietos, los pone como prenda de juramento, para que el activista perredista crea en sus ofrecimientos.
Hay quienes dicen que el video fue revelado en venganza, porque Gómez Mora no cumplió con lo que ofreció y cómo iba a hacerlo si las instituciones gubernamentales fueron blindadas, para protegerlas de funcionarios como el secretario general del Ayuntamiento de Tulum.
Los videos de Ricalde Magaña y Gómez Mora son una muestra del alcance que ya tienen las redes sociales en Quintana Roo, que a partir de hoy, con la veda para difundir cualquier tema sobre proselitismo, se convertirán en el único medio que aprovecharán unos y otros para apuntalar la batalla final del próximo domingo.