Se necesitan más restricciones a los automóviles y un mejor sistema de transporte público para hacer frente a la contaminación ambiental en la Ciudad de México, dijo el premio Nobel de Química, Mario Molina.
En entrevista con Ciro Gómez Leyva para Radio Fórmula, Molina dijo que hay que explicar a la población que el aumento del coche “no nos conviene”, pues “si los gobiernos fueran muy generosos, por qué no regalarle un automóvil o bajar el precio de la gasolina; al cabo de un rato ya no podríamos salir a la calle”.
“La gente tiene que entender que no se puede subsidiar el uso del automóvil porque perdemos todos”, agregó.
Explicó que la contaminación ha disminuido en comparación con hace 10 o 15 años, cuando los niveles de ozono “tenían que ser mucho más elevados” para declarar una contingencia ambiental; sin embargo, aún no se logran las metas deseadas para tener un nivel de vida adecuado.
El presidente del Centro Mario Molina dijo que los gobiernos de la Ciudad de México privilegiaron el uso del automóvil al invertir en infraestructura en lugar de mejorar el transporte público. Dijo que el aumento en el uso del coche estancó las medidas establecidas para controlar la contaminación.
“Se ha aumentado tanto el tamaño de la flota vehicular en la Ciudad de México que por eso se estancó ese progreso que teníamos y aunado a las dificultades como la verificación, con niveles de corrupción extraordinarios, esas son cosas que hay corregir ya de emergencia.”, dijo.
Molina dijo que no sólo se deben de controlar los niveles de ozono sino establecer medidas para frenar la corrupción, como medir en la calle “si un automóvil está emitiendo, o sea, si realmente hubo corrupción y no debería haber pasado la verificación”.
Explicó que las medidas anunciadas por la Comisión Ambiental de la Megalópolis para resolver en el corto plazo el problema ambiental, como las modificaciones al programa Hoy No Circula, fueron las correctas; sin embargo se deben de tomar medidas a largo plazo para asegurar un nivel de vida adecuado a la población.
“Lo único que se puede hacer es tener alternativas de transporte público de primera y mayores restricciones a los vehículos”, dijo.
“Si el transporte público fuera de primera calidad y llegáramos rápido al lugar de trabajo, la calidad de vida sería mejor”, agregó.
Dijo que se está trabajando con el gobierno de la Ciudad de México y con la Comisión Ambiental de la Megalópolis para especificar un plan de cómo controlar las emisiones de contaminantes y establecer mayores restricciones a los vehículos.
Ayer la Comisión Ambiental de la Megalópolis levantó la segunda contingencia ambiental declarada el martes por la tarde al registrar más de 150 puntos en el índice de calidad del aire.