Para que una ciudad se hunda en la inseguridad, no es un fenómeno que suceda de la noche a la mañana, sino que lleva un proceso; en Quintana Roo puedo marcar como el inicio de la percepción de inseguridad el 2-3 de febrero de 2009, cuando la delincuencia organizada asesinó al General de brigada diplomado del Estado Mayor en retiro, Mauro Enrique Tello Quiñones y otras dos personas, en la administración municipal de Gregorio Sánchez Martínez (2008-2011).
Desde entonces, cada trienio la inseguridad crece de manera horizontal y vertical en Cancún, a tal grado que ya ha afectado a otros municipios, como Solidaridad, Tulum, Cozumel, Felipe Carrillo Puerto y Othón P. Blanco, pero en Benito Juárez es donde está el mayor índice de delitos.
Ayer mismo, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer su Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) correspondiente al tercer trimestre de 2023, especifica que en Cancún el segundo semestre la percepción era de 83.3 y para el tercer trimestre fue de 77.0; en Chetumal, sucedió lo contrario, hasta junio el 53.9 de la población de 18 años en adelante se sentía inseguro y en septiembre la medición fue de 57.5.
Como dije antes, la percepción de inseguridad viene en aumento desde el 2009, así que los que hoy están en el rango de edad de 18-30 años, prácticamente se acostumbraron a este fenómeno; la preocupación es que ya lo ven como “normal”, en comparación con los ciudadanos de 31 años en adelante que lograron conocer el Cancún en paz, que ya no está.
El Manual de Seguridad advierte sobre la normalización de la violencia (inseguridad), la describe como “un fenómeno en el cual actos violentos se vuelven aceptados o tolerados en una sociedad, de manera que se convierten en parte de la vida cotidiana: la exposición repetida a la violencia en medios de comunicación, la falta de sanciones por comportamientos violentos o la influencia de normas culturales que la justifican”.
Quizá este sea un factor que influye sobre la determinación de la percepción de seguridad en Quintana Roo, porque es difícil ocultar lo que a diario sucede desde el trienio de Remberto Estrada Barba (2016-2018), cuando cada día teníamos reportes de asesinados, que fueron incrementando de uno a dos, luego a tres y así empezó la “normalización”.
Hoy, hay que sumarle las transmisiones de comunicadores de la nota policiaca, que hacen su streaming en las redes sociales, incrementando el morbo de la población que. con su doble moral, se oculta tras un teléfono inteligente. Cuando lo que nos corresponde como medios de comunicación es crear conciencia sobre el impacto negativo de la violencia, tanto a nivel individual como colectivo, a través de conversaciones y promoviendo campañas de sensibilización y educación desde cualquier plataforma.
Aquí tenemos que participar todos, las autoridades que tienen una responsabilidad constitucional de garantizar la seguridad a la población; la iglesia y diversas asociaciones civiles que tienen la obligación de promover la igualdad de género y abordar la violencia de género de manera efectiva e integral, ya que es una forma específica de violencia que se encuentra arraigada en nuestra sociedad; porque revertir este fenómeno requiere de un esfuerzo colectivo y sostenido a largo plazo, con acciones concretas en múltiples ámbitos de la sociedad. Ahí se las dejo…
SASCAB
Para todos aquellos que sin investigar reparten culpas a diestra y siniestra cuando se trata de un desastre, como el incendio en la parte sur del Parque del Jaguar. No faltó el gandalla que quiso sacar raja económica en el Ayuntamiento de Tulum y se hizo fácil echarle la culpa al presidente Municipal, Diego Castañón Trejo.
Pues miren, antes de escribir o publicar cualquier nota editorializada, hay que informarse. Ayer la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), reconoció en un comunicado la pronta intervención de las autoridades locales: De forma inmediata se notificó a las autoridades correspondientes. Gracias a la intervención de Protección Civil y Bomberos de Tulum, en 30 minutos el incendio fue controlado al 100%.
Además, la Sedatu afirma que se realiza una investigación con las autoridades competentes para conocer las causas que originaron el incendio. De la misma forma, peritos expertos en el tema ya realizan una revisión al Acceso Sur para determinar algún daño adicional que deba ser atendido por la empresa a cargo de la obra. Al tiempo…