NOT GUILTY. Senado vota y absuelve a Donald Trump de la destitución

Estados Unidos, 5 de febrero.- Solo un senador republicano levantó su voz contra Donald Trump. Mitt Romney, representante por Utah, quien ha justificado su voto contra el actual presidente de Estados Unidos por un atroz abuso de poder. En el caso de obstrucción al Congreso ha votado a favor de Trump. Con esta mínima disidencia en sus filas, Donald Trump ha superado el juicio político en el Senado.

Cuarenta y ocho senadores votaron a favor de su destitución y 52 en contra por el cargo de abuso de poder. Y por obstrucción al Congreso los votos a favor han sido 47 y en contra 53.

Ha sido una jornada intensa para Trump, que ha ignorado por completo el impeachment en el discurso del estado de la Unión. Su alocución, con marcado carácter triunfalista, ha marcado el arranque de la campaña electoral. También se ha reunido casi al tiempo que se votaba en el Senado con el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó.

Era necesario que los dos tercios del Senado (67) dieran luz verde a la destitución, algo que nunca ha estado al alcance de los demócratas. Los republicanos cuentan con la mayoría en el Senado: 53 frente a 45 demócratas y dos independientes. En ningún momento hubo posibilidad de que se encontrara más de una veintena de senadores rebeldes en las filas republicanas.

Romney justifica su voto por su convicción religiosa, y se le rompe la voz cuando señala la razón por la que vota contra el presidente. Romney, ex gobernador por Massachusetts y ex aspirante a la Presidencia, es mormón.

“Soy profundamente religioso. Mi religión está en la esencia de lo que soy… Votar contra el presidente cuando es de mi partido es la decisión más difícil que he tomado nunca”, señala Romney, quien fuera candidato a la Casa Blanca en 2012. Ganó la reeleción el demócrata Barack Obama.

“Corromper una elección para mantenerse en el puesto es quizá la violación más abusivo y destructiva que alguien que ha jurado su cargo pueda cometer”, subraya el senador por Utah.

El último día del mes de enero el juicio político quedó listo para sentencia. Los senadores republicanos dieron la puntilla al impeachment al rechazar la comparecencia de testigos por 51 votos contra 49. Solo Romney y Susan Collins, senadora por Maine, votaron a favor de la demanda demócrata.

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, fue tajante con los republicanos por haber impedido un juicio político con testigos. «No puede haber absolución sin juicio. Y no hay juicio sin testigos, documentación y pruebas», concluyó cuando el voto republicano anticipaba ya que el impeachment ya entraba en su fase final.

Los demócratas habían aprobado, ya que tienen la mayoría en la Cámara de Representantes, que el Senado fuera escenario de un juicio político al presidente de Estados Unidos por abuso de poder y obstrucción al Congreso.

El Senado tenía que decidir si el presidente de EEUU había utilizado el cargo para que un aliado, el presidente de Ucrania, investigara al hijo de un rival político, el demócrata Joe Biden, a cambio de favores como una venta de armamento y recibirlo en la Casa Blanca. Es el llamado Ucraniagate.

La mayoría de los republicanos han mantenido que Trump hizo lo que hizo en defensa del interés nacional. Es decir, el argumento que usó Richard Nixon cuando fue entrevistado por Frost. Lo que hace el presidente no puede ser ilegal, según recordaba la ex rival demócrata de Trump, Hillary Clinton.

Trump es así el tercer presidente de Estados Unidos que supera un proceso de juicio político o impeachment. Una vez superado este escollo, enfila el camino hacia su reelección sin que los demócratas hayan logrado que el presidente se tambalee.

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