Nueva solicitud para se autorice la reapertura de gimnasios en Chetumal

Chetumal, 3 de agosto.— Los propietarios de gimnasios en Chetumal piden por enésima ocasión les permitan trabajar, ya que están al borde del colapso económico, pues suman ya 180 días sin poder laborar, afectando así a las familias que subsisten de las actividades deportivas.

Este lunes los dueños de algunos gimnasios en la capital del Estado se reunieron en el domo del Parque de la Alameda para tomar acuerdos sobre las acciones a implementar y solicitar a la autoridad les dejen laborar, pues han realizado un protocolo sanitario cuidando la nula propagación del virus de la covid-19.

El representante de la Asociación de Propietarios de Gimnasios en Chetumal, Víctor Salaya, dijo que el próximo lunes harán una marcha pacífica del parque de la Alameda a la Secretaría de Salud, como medida para exigir los dejen funcionar, ya que el Gobierno Federal ha permitido operar a estos negocios en semáforo naranja.

“Estamos buscando que se nos permita trabajar con cita, porque a nivel federal se estableció que se podía trabajar en semáforo naranja y el semáforo estatal en el tema de laborar siguen apareciendo hasta el semáforo verde, pero nosotros siempre nos manejamos en la solución al problema”, comentó.

En caso contrario, este giro empresarial se encontrará en el colapso financiero, puesto que son varias deudas que acarrean en el tema de operatividad, como es el pago de energía eléctrica, agua potable, renta, impuestos y otros.

Además de considerar que son 250 familias las que dependen de esta actividad, ya que se calcula que son 30 gimnasios en la capital del Estado y cada uno tendrá de 10 a 15 empleados.

Al menos en los estados de Querétaro y Jalisco han empezado a operar estos negocios y se espera que próximamente el Estado de México haga lo propio.

El entrevistado indicó que lo que buscan es que se abran los negocios para que puedan operar al menos al 50 por ciento de su capacidad, ya que eso les permitirá cubrir cuando menos el 30 por ciento del salario de sus empleados.

Entre los 25 gimnasios, las pérdidas aproximadas ascienden a un millón y medio de pesos.

Además de estos se estima que dos han vendido su negocio y otros tres piensan hacer lo mismo al no poder mantenerlos.

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