Un atentado terrorista ocurrido ayer en una universidad en el norte de Pakistán dejó un saldo de 21 muertos, entre estudiantes, profesores y un guardia de seguridad, y 17 heridos.
El ataque, que hizo revivir el recuerdo de la masacre de diciembre de 2014 en una escuela, comenzó a primera hora, cuando un grupo de cuatro terroristas irrumpió entre disparos y granadas en la Universidad Bacha Khan de Charsadda, a apenas 40 kilómetros de la ciudad de Peshawar, donde se encuentra la escuela asaltada hace 13 meses, en la que los talibanes masacraron a 125 niños.
Cuatro horas después del inicio del sangriento asalto, el vocero del Ejército, Asim Bajwal, informó de la muerte de los cuatro asaltantes, a manos de francotiradores enviados al centro educativo.
“Charla poética”. La muerte de uno de los profesores fue narrada al canal estatal Pakistán Tv por uno de sus colegas: “Había más de 600 invitados para una charla poética. El profesor del Departamento de Química Hamid fue asesinado delante de mí. Los terroristas entraron en el salón en el que estábamos. Corrí al baño. A él le mataron, yo sobreviví”.
¿Fueron los talibanes? Pese a que medios locales aseguraron que un líder talibán paquistaní había reivindicado el asalto, el principal referente de ese grupo en el país, el TTP, se desvinculó del ataque.
“El TTP condena el ataque terrorista de ayer en Charsadda; no lo hemos llevado a cabo”, aseguró un portavoz de los talibanes, Muhammad Khurasani.
“Quien quiera que haya usado nuestro nombre para reivindicarlo será llevado ante un tribunal de la sharia” o ley islámica, concluyó el portavoz del principal grupo talibán paquistaní, que remarcó que el líder del TTP, el emir Fazlullah, se desvinculó él mismo del ataque.
Khurasani negaba así la supuesta reivindicación hecha a medios locales por el líder del TTP, cabecilla del ataque a la escuela de Peshawar en el que murieron 151 personas, entre ellos 125 niños.
Entonces, los talibanes dijeron que el ataque a la escuela fue como venganza a una ofensiva del Ejército paquistaní. Sin embargo, lo que logró el ataque a la escuela fue una intensificación de las medidas antiterroristas por parte del Gobierno paquistaní y el controvertido levantamiento de la moratoria que pesaba sobre la aplicación de la pena de muerte en Pakistán, así como la creación de tribunales militares especiales para casos de terrorismo. Desde entonces, más de 300 presos han sido ejecutados.
“Cobardes”. La respuesta al ataque de ayer en un comunicado del primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, parece indicar que su reacción será similar a la tomada con la masacre a la escuela.
“El ataque no es a la Universidad Bacha Khan, sino un ataque a Pakistán y verá una implacable respuesta del Estado. Los cobardes y sus finanzas padecerán nuestra determinación por eliminar el terror. La nación está unida”, sentenció Sharif.
(Agencias)