“Nunca me había sentido tan avergonzado de mi país”; diplomático ruso renuncia ante la ONU

Boris Bondarev dijo que sí está preocupado por la respuesta que Moscú pueda tener ante su renuncia.

Un diplomático ruso en la oficina de la ONU en Ginebra informó que presentó su renuncia y envió una carta a colegas extranjeros condenado la “guerra agresiva” lanzada por el presidente Vladimir Putin en Ucrania.

Boris Bondarev, de 41 años, confirmó su renuncia en una carta entregada este lunes por la mañana a la misión diplomática de Rusia luego que un funcionario le entregó su comunicado en inglés a The Associated Press.

“Durante 20 años de carrera diplomática he visto cambios en nuestra política exterior, pero nunca me he sentido tan avergonzado de mi país como lo estuve el 24 de febrero de este año”, escribió Bondarev en referencia a la fecha en que Rusia invadió Ucrania.

Contactado por teléfono, Bondarev —un asesor diplomático enfocado en el rol de Rusia en la Conferencia de Desarme en Ginebra, tras tener puestos diplomáticos en países como Camboya y Mongolia— confirmó que entregó su carta de renuncia al embajador Gennady Gatilov.

Un vocero de la misión no respondió de momento a las llamadas y a un mensaje de texto de la AP en busca de comentarios.

La renuncia equivale a una inusual admisión pública —si no sin precedentes— de descontento por la guerra de Rusia en Ucrania entre el cuerpo diplomático ruso, en un momento en que el gobierno de Putin ha tratado de reprimir la disidencia sobre la invasión y sofocar las narrativas contrarias a la línea de la “operación militar especial”, como se le conoce oficialmente en Rusia.

“Es intolerable lo que mi gobierno está haciendo ahora”, afirmó Bondarev a la AP. “Como funcionario, tengo que asumir una parte de la responsabilidad por eso, y no quiero hacerlo”.

Bondarev agregó que aún no había recibido ninguna reacción de los funcionarios rusos, pero subrayó: “¿Estoy preocupado por la posible reacción de Moscú? Tengo que preocuparme por eso”.

Cuando se le preguntó si algunos colegas sentían lo mismo, respondió: “No todos los diplomáticos rusos son belicistas. Son razonables, pero tienen que mantener la boca cerrada”.

Sugirió que su caso podría convertirse en un ejemplo. “Si mi caso es procesado, entonces si otras personas quieren seguir, no lo harán”, sugirió.

En su comunicado en inglés, que dijo haber enviado por correo electrónico a unos 40 diplomáticos y otras personas, Bondarev señala que quienes concibieron la guerra “sólo quieren una cosa: permanecer eternamente en el poder, vivir en palacios pomposos de mal gusto, navegar en yates comparables en tonelaje y costo a toda la Armada rusa, que goza de poder ilimitado y total impunidad”.

Arremetió contra las crecientes “mentiras y falta de profesionalismo” en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia y apuntó en particular al ministro del Exterior, Serguei Lavrov, quien, dijo, en “18 años, pasó de ser un intelectual profesional y educado… a una persona que constantemente emite declaraciones contradictorias y ¡amenaza al mundo (es decir, a Rusia también) con armas nucleares!”.

“Actualmente, el Ministerio de Relaciones Exteriores no se trata de diplomacia. Se trata de belicismo, mentiras y odio”, sostuvo.

Bondarev dijo a la AP que no tenía planes de abandonar Ginebra.

Hiller Neuer, director ejecutivo de la organización de derechos humanos UN Watch, declaró simplemente: “Boris Bondarev es un héroe”.

“Se debería invitar a Bondarev a hablar en Davos esta semana”, indicó, “y Estados Unidos, el Reino Unido y la UE deberían liderar al mundo libre en la creación de un programa para alentar a más diplomáticos rusos a seguir sus pasos y desertar, brindando protección, seguridad económica y reasentamiento para diplomáticos y sus familias”.

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