A poco más de 3 años de la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) su polígono de construcción ubicado en el ex Lago de Texcoco sigue en obras para recuperar su vocación ambiental y convertirlo en un parque ecológico, 15 veces más grande que Chapultepec.
En paralelo, el gobierno mexicano declaró este martes la nueva “Área de Protección de Recursos Naturales Lago de Texcoco (APRN)” en 5 municipios del Estado de México, donde solo queda el 1.6 por ciento de lo que fue el gran lago hace más de 500 años, según la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
A diferencia del Aeropuerto de Santa Lucía, en Texcoco, las obras del Parque Ecológico Lago de Texcoco (PELT) van lentas, ya que apenas registra un avance de 24.23 por ciento, por lo que no logró abrir al público en 2021 como se había anunciado inicialmente, y será hasta el 2023 cuando concluyan las obras para beneficiar a 12.5 millones de habitantes, informó Iñaki Echeverría, responsable del proyecto.
Lo que sí se cumplió este martes –un mes fuera de lo prometido–, es el “decreto para declarar como Área Natural Protegida a la zona conocida como Lago de Texcoco” para proteger 14 mil hectáreas; 10.6 mil hectáreas en zona federal y 3.4 mil hectáreas pertenecientes a 16 ejidos de 5 municipios del Estado de México: Texcoco, Atenco, Chimalhuacán, Ecatepec y Nezahualcóyotl, cuya declaratoria fue impulsada por el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT); sin embargo, hasta hace unos días, algunos ejidatarios principalmente de Nexquipayac en Atenco manifestaron su rechazo al decreto.
“Que no nos confundan, porque una cosa es el ex Lago de Texcoco y otra cosa los cultivos, las tierras donde no hay aves, no hay la fauna que ellos hablan: ajolotes, acociles; pero sí son tierras 100 por ciento productivas en granos como es maíz, frijol, cilantro”, dijo Eduardo Martínez Castillo, ejidatario de Atenco.
La decisión para cancelar la construcción del NAIM se anunció en diciembre de 2018, tras una consulta ciudadana en la que el 70 por ciento de un millón de votantes eligieron cancelar las obras de Texcoco, a cambio reacondicionar el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) Benito Juárez y construir un nuevo aeropuerto en la base aérea de Santa Lucía en Zumpango, Estado de México, inaugurado este 21 de marzo como Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
En agosto de 2020, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció el proyecto Parque Ecológico Lago de Texcoco en más de 12 mil 200 hectáreas, que incluyen el polígono del extinto NAIM de poco más de 4 mil 500 hectáreas y terrenos federales de la Conagua, que será desarrollado bajo los ejes de protección ambiental para la zona y uso permanente del territorio.
Ese día, el director del proyecto, el arquitecto Iñaki Echeverría, anunció que en 2021 se abrirán al público 4 mil 800 hectáreas con espacios para realizar actividades deportivas, recreativas, culturales y educativas.
Posteriormente, el gobierno federal informó que 14 mil hectáreas en la zona del ex Lago de Texcoco sería declarada Área Natural Protegida; el 5 de diciembre de 2021 anunció la realización de una consulta entre los ejidos para avalar el decreto presidencial de creación del Área de Protección, porque es el principal vaso regulador hídrico de la zona y para proteger a 678 especies que habitan en la zona, de las cuales 107 son endémicas; además de 250 mil aves migratorias que llegan al sitio.
El 16 de diciembre, la Conanp publicó el Estudio Previo Justificativo (EPJ) para la expedición del decreto, donde reconoce que del Lago de Texcoco, que fue el cuerpo de agua más importante de la cuenca del Valle de México en el siglo XVII, solo queda el 1.6 por ciento del humedal original, y corresponde al Lago Nabor Carrillo, un vaso artificial que mantiene una función vital para los pobladores locales.
La declaratoria del Lago de Texcoco como Área de Protección de Recursos Naturales, que pretendía decretarse el 24 de febrero, Día de la Bandera, se retrasó cerca de un mes, debido a que miembros de diversos núcleos ejidales del municipio de Atenco rechazaron incorporar sus parcelas al polígono de protección, al considerar que el decreto les restará derechos sobre sus tierras y que no se les tomó en cuenta durante las mesas de trabajo, en las que sí participaron integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, quienes impulsan la protección de la zona.
“El Frente de Pueblos no nos representa, no tiene ningún cargo ni ningún poder que el ejido le haya dado al Frente de Pueblos, se autonombró para negociar nuestras tierras ante el gobierno federal”, subrayó Eduardo Martínez Castillo, ejidatario de Atenco en entrevista con MILENIO.
En un mitin realizado en las parcelas del núcleo ejidal Nexquipayac, la comisaria ejidal, Leticia Peláez, dijo que apoyan al presidente López Obrador para decretar el parque únicamente en terrenos federales, pero no en tierras ejidales.
“Él tiene 10 mil hectáreas para su parque, ahí hasta lo apoyamos nosotros con lo que necesite, pero en nuestro ejido no lo vamos a permitir”.
“Lo único que están tratando de hacer es querernos arrebatar de manera disfrazada con el área natural protegida. Para todo vamos a tener que pedir permiso y son permisos que se convierten en economía, si el gobierno da 2 mil pesos para la siembra, y una siembra se lleva más de 10 mil pesos, más aparte tendré que pagar un impacto ambiental de 9 mil, 12 mil pesos”, dijo Ana Ramos, ejidataria de Nexquipayac.
Mientras que el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, acusó a los opositores a la declaratoria de pretender desarrollar la zona que actualmente tiene uso agrícola.
“Por intereses políticos y económicos de caciques de la región y de algunos ejidatarios que en su momento vendieron tierras para la construcción del aeropuerto, es que el decreto se ha retrasado en su publicación”, acusó por su parte Daniel Fonseca.