Durante las obras del Tren Maya en Izamal, Yucatán, la maquinaria pasó por encima de una carretera maya con más de mil años de antigüedad.
Así lo denunció Miguel Covarrubias Reyna, investigador y arqueólogo con más de 30 años de experiencia en proyectos de salvamento, quien aseguró que las obras del tren ocasionaron “un daño grave e irreversible” en esta carretera prehispánica ubicada en uno de los enclaves mayas más importantes de la Península.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a través del doctor Manuel Pérez Rivas, responsable académico del Proyecto Arqueológico Tren Maya, respondió al respecto que, si bien es cierto que la maquinaria utilizó esta carretera maya para labores de construcción del tren, dicha vía ya estaba “impactada” desde antes de que iniciaran las obras, pues era usada por los lugareños como camino de terracería y camino agrícola.
“Un daño irreversible”
En Izamal, hay dos carreteras mayas, que se conocen como Sacbé (que significa ‘camino blanco’ en lengua maya). El primer Sacbé va de Izamal a las ruinas de la zona arqueológica de Aké, con dirección al oeste; este primer camino tiene 30 kilómetros de longitud y fue descubierto en los 60.
El segundo Sacbé va hacia el sur y conecta Izamal con Kantunil, tiene 13 kilómetros de largo por ocho de ancho y un metro de altura, y tiene muros de contención paralelos construidos con piedras y materiales centenarios que también son vestigios arqueológicos.
Miguel Covarrubias, que también es profesor de la especialidad en Historia y Arqueología Maya y ha publicado investigaciones como El paisaje arqueológico de la costa centro-norte de Yucatán o Izamal, capital regional del centro-norte de Yucatán, conoce bien ambos monumentos, pues forma parte del equipo de arqueólogos y restauradores que laboran en los trabajos de prospección, exploración y restauración de estas carreteras mayas y otros vestigios, así como en el proyecto de rescate Izamal-Aké.
En entrevista, Covarrubias explicó que la construcción de estas carreteras pudo iniciarse entre los años 200 antes de Cristo y 200 después de Cristo, y fueron concluidas hacia el año 500 después de Cristo, por lo que tienen una antigüedad aproximada de mil 500 años.
En la época prehispánica, conectaban Izamal, una de las zonas más grandes y pobladas de la Península de Yucatán en ese entonces, con otras poblaciones mayas más pequeñas con las que se establecía el comercio. Asimismo, ambos caminos conectaban la gran ciudad con otros asentamientos que hay en la zona de Izamal, como pirámides, templos y centros de reunión, pues los Sacbé también tenían un importante significado espiritual y mitológico para los mayas.
“Se trata de caminos muy importantes, puesto que no hay muchas calzadas que conectaran un área con otra; hay como cinco en toda el área maya”, dijo Covarrubias.
Con la llegada en 2019 del proyecto Tren Maya, el arqueólogo señaló que, tras varios cambios de trazo, la nueva ruta del tren que unirá Izamal con Cancún, en el Tramo 4, pasará por un punto del Sacbé 2, la carretera maya de 13 kilómetros que va a Kantunil.
Aunque esa no es la principal afectación, subrayó el experto. El problema es que tanto al norte como al sur del Sacbé 2 las constructoras del Tren Maya instalaron un banco de material donde arrojan desechos de la obra. Además, las máquinas utilizaron más de dos kilómetros del antiquísimo camino maya para transportar el material entre los depósitos y la obra del tren.
“Se les ocurrió utilizar el Sacbé como camino para llevar los materiales a la obra del Tren Maya. Es decir, pasaron maquinaria pesada por arriba de la calzada maya, destruyéndola y ocasionando un daño irreversible a una estructura monumental que, además, no son abundantes”, denunció Covarrubias.
El arqueólogo recalcó que el daño a esta carretera “no se justifica”, pues las constructoras pudieron haber abierto un camino paralelo al Sacbé para no pasar por encima de él.
“Si ya están haciendo el tramo del tren por donde les da la gana, bien podrían haber abierto un camino paralelo sin dañar la estructura. Pero no, decidieron pasar por encima de la carretera y eso no tiene justificación posible”, dijo Covarrubias, quien aportó fotografías de los daños al camino. En ellas se aprecian las huellas del paso de maquinaria pesada por encima del Sacbé milenario.