Estaba todo listo para que Nápoles viviera la locura de ser campeón de Serie A, pero no contaban con la astucia de Guillermo Ochoa y la Salernitana, equipo que llegó a ocho partidos sin perder y que privó al Chucky Lozano (jugó 62′ minutos) y al Napoli del título italiano.
En un encuentro duro para los napolitanos, la defensa de la Salernitana y Guillermo Ochoa complicaron la vida para los celestes, pero “tanto va el cántaro” hasta que Matías Olivera marcó al minuto 62’ y acercaba el título a la ciudad donde se consagró Diego Armando Maradona en 1990.
Pero en el 83’ el Diego Armando Maradona y toda la ciudad de Nápoles enmudecieron, luego de un tremendo golazo de Boulaye Dia, que apagó los cohetones y privó a la ciudad celeste de celebrar un nuevo Scudetto.
Aunque el título parece inevitable, esta noche Nápoles debe culpar a Ochoa
(ocho atajadas, una clara de gol) y a la Salernitana de no poder festejar una hazaña 33 años después, una larga espera que pronto tendrá su fin, pero no hoy, no por Memo.