Guillermo Ochoa por fin conoció lo que es ganar y además dejar su arco en ceros. El Granada recibió a Las Palmas en el cierre de la jornada 21 de la Liga española y el equipo andaluz consiguió un triunfo revitalizante y de enorme valía, pues les permite soñar con la salvación.
De entrada, el equipo del mexicano -que estuvo en el arco y colaboró con varias atajadas- dejó el sótano de la tabla, ya que llegó a 13 puntos y superó al Osasuna que acumula 10. Además, empató en puntos al Sporting de Gijón, pero aún le queda lejos el Leganés y sus 18 unidades en la posición 17, la primera que permite salvar el descenso.
El Granada llevaba seis partidos de Liga sin ganar, pero era más larga la racha de Ochoa sin dejar su arco en ceros. La única vez fue el 22 de octubre para un 0-0 contra el Gijón. Por ello, en este triunfo -apenas el segundo de su club en la temporada- Ochoa celebró la victoria y el hecho de dejar intacto su arco.
Entre sus atajadas fue mucho más valiosa la del tiempo de compensación. Ello le hizo justicia al Granada, que salió a presionar desde el inicio y puso el 1-0 desde el minuto 17 con un gran disparo de Andreas Pereira.
Al 50’, el mexicano le atajó de gran forma un disparo a Ángel Montoro. Pero luego además tuvo suerte. El exmadridista Jesé debutó con Las Palmas y al 69’ tuvo el arco abierto para empujar, pero mandó el balón a las manos de Ochoa que apenas volvía a la línea de gol.
El final fue de alarido porque Las Palmas presionó con todo, pero al 81’ hubo otro desvío de Ochoa, quien al 92’ sacó la más milagrosa en un remate de Tana.
Ello valió tres puntos para el Granada, pero sobre todo un envión anímico que les permite soñar con la salvación.