Ciudad de México, 1 de febrero.- El número de muertes en China provocadas por un nuevo virus aumentó el sábado a 304 y un funcionario de la Organización Mundial de la Salud dijo que los gobiernos de todo el planeta deben prepararse para el “control de brotes locales” en caso de que la enfermedad se propague por sus países.
Beijing criticó la decisión de Washington de prohibir la entrada a la mayoría de los extranjeros que visitaron China en las últimas dos semanas.
El primer ministro de Australia, Scott Morrison, anunció medidas similares el sábado, luego de Japón y Singapur.
Por su parte, Corea del Sur e India evacuaron por aire a cientos de sus ciudadanos de Wuhan, la ciudad china que está en el centro de una región donde unos 50 millones de personas fueron colocados en cuarentena de dos semanas y tienen prohibido salir en un masivo esfuerzo gubernamental por controlar la enfermedad.
La cifra de casos confirmados en China aumentó a 13 mil 700, superando el número de contagios durante el brote del síndrome respiratorio agudo grave (SARS, por sus siglas en inglés) en 2002-2003. La rápida propagación del virus en apenas dos meses llevó a la OMS a declarar una emergencia global el jueves.
Esa declaración supuso pasar de la cautela previa a recomendar a los gobiernos que se preparen para la posibilidad de que el virus pueda extenderse, dijo el representante de la agencia de salud de Naciones Unidas en Beijing, Gauden Galea. La mayoría de los casos reportados por el momento son de personas que visitaron China o de sus familiares.
La OMS actuó por la preocupación de que los países más pobres pudieran no estar equipados para responder a la situación, apuntó Galea. Una declaración de este tipo requiere una respuesta internacional coordinada y puede aportar más dinero y recursos.