Ciudad de México, 19 de septiembre de 2024** – La Oficina de Naciones Unidas en México y Amnistía Internacional exhortaron ayer al Congreso mexicano a no aprobar la reforma que transferiría el control de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), sumándose a las preocupaciones de organismos civiles y expertos que critican el creciente empoderamiento del Ejército en la seguridad pública.
Morena y sus aliados en la Cámara de Diputados planean aprobar hoy la reforma, que modificaría 12 artículos de la Constitución. La propuesta establece que el personal de la Guardia Nacional será de origen militar, aunque con formación policial, y le otorga facultades para investigar delitos bajo la dirección del Ministerio Público.
La reforma, además de militarizar la Guardia Nacional, refuerza las tareas castrenses que el Ejército ya desempeña en áreas como aduanas, construcción de obras públicas, transporte de combustible y apoyo en labores sociales.
Diversos organismos y expertos han expresado su preocupación por la disminución del papel de los civiles y las fuerzas policiales en estas funciones, advirtiendo que la reforma fortalece una presencia militar que podría desvirtuar el enfoque civil de la seguridad pública en México.