Operación Barrido incluye analizar salidas, entradas, vuelos, autopistas e incidencia delictiva para planear giras del Ejecutivo a los estados
Le llaman Operación Barrido y es uno de los puntos medulares en la estrategia de seguridad dentro de la planeación de las giras de trabajo del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En ella participa personal de las secretarías de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), de la Defensa Nacional (Sedena), de la Marina (Semar), la Guardia Nacional, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), la Ayudantía de la Presidencia y las corporaciones estatales de seguridad pública.
Fuentes del gobierno federal detallaron que para planear una gira presidencial, en el marco de la Operación Barrido, se toman en cuenta las características de las entidades, vías de comunicación —terrestres y aéreas—, que usará al Jefe del Ejecutivo en sus trayectos para atender su agenda en los estados.
Agregaron que los órganos de inteligencia de instancias federales del gabinete de seguridad realizan una serie de mapas para analizar la incidencia delictiva, nombres de los grupos criminales, zonas de influencia, alianzas con otros cárteles y rutas que son usadas para delinquir.
Con toda esa información de inteligencia se determina cuáles son las rutas terrestres más seguras por donde transitará el Presidente y su equipo que lo acompaña, el cual por lo regular se tras- lada en camionetas Suburban.
En sus vuelos, el equipo del presidente Andrés Manuel López Obrador define su asiento, normalmente cerca de la salida de emergencia.
Así, detrás de las giras en las que el Presidente aborda vuelos comerciales y ocupa los asientos más económicos —que se ubican en las salidas de emergencia de las aeronaves—, hay personal policial, militar y de inteligencia que cuida cada detalle para garantizar la seguridad de López Obrador a lo largo de las giras.
Ese grupo de seguridad e inteligencia determina el nivel de riesgo y las zonas, y, de considerarse necesario ante la peligrosidad o beligerancia de los grupos criminales, establece que el Mandatario vaya acompañado por una escolta (patrulla con elementos de las Fuerzas Armadas o de la policía estatal). “Además de que López Obrador es monitoreado constantemente por todas las instituciones de inteligencia y seguridad del gobierno federal”, comentó otra fuente consultada al respecto.
Por ejemplo, el domingo, en su gira de trabajo por Tinum, Yucatán, el Jefe de Estado apresuró su mensaje durante la supervisión del tramo 4 del Tren Maya, porque para dicho acto elementos federales y estatales cerraron en sus dos sentidos la autopista Mérida-Valladolid.
“Estamos por concluir la supervisión de la obra del Tren Maya, esta importante acción gubernamental que va a impulsar el desarrollo del sureste, [y] no voy a extenderme mucho porque por esta supervisión se tiene detenido el tráfico y no debemos causar molestias”, refirió.
En este tipo de actos, docenas de militares, entre hombres y mujeres vestidos de civil, son movilizados en vehículos militares para vigilar los accesos por los que pasará el Ejecutivo y son ellos quienes toman el control de las entradas y salidas de los eventos que encabeza López Obrador.
Y es que cada vez que llega el Presidente a una terminal aérea es notorio que siempre es recibido por los directores del aeropuerto y elementos de la Guardia Nacional o de la Policía Federal, quienes reportan a sus mandos superiores su arribo o salida.
Este grupo también determina la manera en cómo viajan la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, así como los titulares de la Sedena, Luis Cresencio Sandoval; de Marina, José Rafael Ojeda; de la Guardia Nacional (GN), Luis Rodríguez Bucio, y el de la SSPC, Alfonso Durazo.
En ocasiones, Sánchez Cordero acompaña a López Obrador en vuelos comerciales, mientras que los titulares de Seguridad, Sedena, Marina y Guardia Nacional tienen autorización presidencial para usar los aviones y helicópteros de las Fuerzas Armadas para sus comisiones de trabajo.
Se conoció que incluso los gobiernos estatales apoyan con la logística de los eventos. Es decir, el equipo de giras de Presidencia determina el lugar, si se necesitan carpas, vallas metálicas de seguridad, sillas y agua, y la gestión del estado paga al proveedor.
Protección en el vuelo comercial
A raíz de que López Obrador retomó sus giras por el interior del país —después de viajar a la Casa Blanca para reunirse con su homólogo Donald Trump— ahora no accede a los aeropuertos por las entradas y los filtros localizados adentro, como la mayoría de las personas, sino que ingresa directamente a la pista de los aeropuertos, acompañado por integrantes de su Ayudantía, y aborda las aeronaves después de que la mayoría de los pasajeros ya se encuentran sentados.
Ya adentro, regularmente se ubica en los asientos de las salidas de emergencia y siempre es acompañado por Daniel Asaf Manjarrez, jefe de la Ayudantía.