CANCÚN.- Un juez federal ordenó suspender de manera provisional el relleno de los lotes del malecón Tajamar en Cancún, luego de que dio entrada a un nuevo amparo promovido por el movimiento “Salvemos Manglar Tajamar”.
La madrugada del sábado pasado, luego de que otro juzgado federal falló en favor de los propietarios de los predios, para que puedan realizar trabajos de relleno antes de que venza a mediados del próximo mes sus permisos federales para realizar trabajos de relleno, ingresó numerosa maquinaria para realizar esas actividades con protección policiaca, ante la presencia de manifestantes que se oponen a ello.
Malecón Tajamar forma parte del plan maestro de Cancún y fue anunciado como San Buenaventura a principios de los años 90 y fue anunciado como la “ventana” de la ciudad hacia la laguna. A mediados de esa década arrancaron los trabajos con el desmonte de más de 350 hectáreas, en su gran mayoría manglar.
Incluso, se realizaron trabajos de relleno para el trazo de las actuales calles de esa ´céntrica zona, hasta que en 1995 las obras se pararon debido a problemas financieros de la empresa Dicas, entonces socia de Fonatur que entabló un largo litigio con esa compañía para recuperar el predio.
En mayo de 2007 el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa encabezó en ese predio el evento para reactivar el proyecto y allí mismo despidió públicamente al delegado de la Semarnat, Rafael Muñoz Berzunza, al considerarlo responsable de la devastación que se dio años atrás en el lugar.
Durante varios años, luego de que concluyó la urbanización del predio, el malecón se mantuvo cerrado, pero el Fonatur decidió abrirlo hace casi tres años al público, aún cuando no contara con servicios o algún tipo de edificación.
El desarrollo de los lotes se retrasó debido a que en 2007 se aprobó una ley que protege al mangle, aunque desde 2006 los propietarios de los lotes cuentan con permisos federales para realizar trabajos de relleno, lo que empezaron a realizar el fin de semana pasado luego de obtener autorización de un juzgado federal.
Sin embargo, los desarrolladores no retiraron a la fauna que aún vive en la zona.
Los ambientalistas consideraron un ecocidio el relleno del predio, pues según ellos se devastó el manglar que de manera aislada había crecido en los lotes estrangulados por las calles construidas hace años.
Ahora, un nuevo amparo promovido ante el Juzgado Segundo de Distrito con sede en Cancún concedió una suspensión provisional que ordena detener el relleno de manglares en el malecón Tajamar.
El movimiento “Salvemos Manglar Tajamar”, confirmó que la demanda de amparo 86/2016 fue admitida por el juzgado y éste decretó la suspensión provisional de toda obra en el polígono.
En su resolución, el juez señala:
“En virtud de la naturaleza del acto reclamado desmonte y relleno de manglar estando en juego el derecho de las personas en lo individual así como en la colectividad se concede la suspensión provisional para el efecto de que las cosas queden en el estado en que actualmente guardan.
“Esto es que se suspenda cualquier tipo de acto que implique la ejecución de remoción de cualquier tipo de vegetación, así como relleno con material pétreo en la zona denominada Malecón Tajamar”.
Y añade que en caso de que la remoción y relleno ya se hayan concluidos, se deben suspender las actividades vinculadas con obras civiles, “ello hasta que las autoridades responsables reciban notificación sobre lo que se resuelva en la suspensión definitiva”.
Aracely Domínguez, presidenta del Grupo Ecologista del Mayab (GEMA), celebró la suspensión como una medida de protección de los recursos naturales y de los cancunenses, cuyas garantías han sido violentadas por las autoridades de los tres órdenes de gobierno, dijo.
Además, denunció que pese a que había un acuerdo con autoridades para preparar el rescate de animales silvestres que sobrevivieron a la destrucción de manglares, personal de la obra entró la mañana de este miércoles al polígono, sin equipo adecuado, para llevarse a los cocodrilos.
Desde julio pasado, abundó, se removieron humedales pese a que estaban abiertas las denuncias y procedimientos que la propia Profepa abrió contra el desmonte de vegetación y pese a que había sellos de suspensión de actividades colocados.