Cancún, 29 de enero.— El juez primero de Distrito del estado de Campeche otorgó una suspensión provisional a los pobladores de Calakmul que solicitaron un amparo contra la construcción del Tren Maya, obra que el Gobierno Federal planea empezar el 30 de abril próximo.
El juez acordó conceder la suspensión provisional “para que las cosas se mantengan en el estado en que se encuentran”, por lo que el pasado 14 de enero el Poder Judicial de la Federación dio la orden de suspensión.
Las comunidades indígenas ch’ol y mayas peninsulares, representadas por el Consejo Regional Indígena y Popular de Xpujil (Cripx) se quejaron por la manera en la que se llevó a cabo la consulta sobre el Tren Maya. El 6 de enero próximo pasado presentaron su demanda de amparo.
“Sus formas y modos no fueron acordes con las formas de deliberación y toma de acuerdos de las comunidades”, asegura Romel González, miembro y fundador del Consejo Regional Indígena de Xpujil. “La consulta tampoco se realizó de buena fe y no fue culturalmente adecuada”, añade.
La principal crítica es que el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) y el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas, INPI, no se apegaron a protocolo alguno para llevar a cabo la consulta. Además, en muchos casos no se consultó a todo el pueblo, sólo a los representantes ejidales.
“Ese día que vinieron a hacer la consulta les preguntamos si habían hecho alguna vez una. Nunca habían hecho nada parecido. No tenían experiencia haciéndola. Además, si el gobierno es juez y parte, pues obviamente es una consulta a modo”, añade.
Después de la aprobación de este amparo, y de la suspensión temporal, se tendrá que abrir un juicio, y dependiendo de los resultados, la suspensión se podría hacer permanente o levantarse. El juicio podría llevar meses.
El amparo denuncia que la consulta se llevó a cabo sin cumplir con los estándares internacionales que marca el Convenio 169 sobre autodeterminación de los pueblos indígenas de la Organización Internacional del Trabajo.