Perla Tun ganó la presidencia municipal de Cozumel con su propia luz, con la simpatía que despertó entre los habitantes de la mayor de las islas mexicanas.
En ella se depositó la confianza de hacer las cosas diferentes, de romper con quienes pretendían instalar una pseudomonarquía con el traspaso del poder entre integrantes de una misma familia.
El “Indio” Amaro, un narcotraficante de telenovela, dice que nunca se está tan mal como para no estar peor. Y así se ven los cozumeleños: atrapados en una administración que no avanza, que no aterriza las nuevas maneras de hacer las cosas para bien.
La alcaldesa de Cozumel no entiende que, imperfecta y famélica, al final vivimos una democracia y no se pueden hacer las cosas de manera atrabancada imponiendo su voluntad a rajatabla, por encima de disposiciones legales.
El rechazo a su Plan Municipal de Desarrollo, que ocurrió el lunes en el seno del Cabildo, es quizá hasta ahora el error más grave de su administración.
Salvo ella y dos de sus ediles incondicionales, el resto de los regidores rechazó el mencionado plan, ni siquiera porque esté mal o bien hecho. Se lo batearon por un error de procedimiento que no quiso aceptar, a pesar de que se lo hicieron ver.
Antes de pasar por el Cabildo, el Plan Municipal de Desarrollo debió ser aprobado por el Comité de Planeación en una sesión plenaria, pero Perla Tun no quiso tomar el parecer de los integrantes de ese organismo.
De manera autoritaria quiso borrar al comité y pasar por encima de las disposiciones legales que establecen los caminos que deben seguir la elaboración y aprobación del mencionado plan.
Ahora la administración de Perla Tun está en un brete. Los regidores no recibirán ninguna sanción por parte “del estado” por no aprobar el Plan, como amenazó. Es ella quien está en problemas.
El Plan Municipal de Desarrollo no es un mero requisito. Es el documento rector de cualquier gobierno en el territorio mexicano. Con él se fundamentan todas las acciones de gobierno.
Al carecer de ese plan, no hay manera de justificar ningún gasto que ejerza su gobierno. Es Perla quien está en problemas.
El primer paso para remediar el problema es convocando al Comité de Planeación para que sus integrantes aprueben el Plan, pero eso implica reconocer su error, uno que la orilló a insultar a los regidores.
Les dijo flojos. Quizá con algunos casos tendría razón, pero su dicho fue un despropósito al ser ella quien pretendía imponer un procedimiento ilegal.
¿Será capaz de aceptar la responsabilidad de esa pifia y ofrecer disculpas?
Platea
La Península ha crecido económicamente gracias al “boom” turístico de Quintana Roo. El Caribe Mexicano dio trabajo a miles de yucatecos que vinieron a construir y a arraigarse, pero cientos de empresas de Yucatán nacieron y crecen bajo la sombra del turismo de estas tierras.
Sin embargo, es hasta ahora que se plantea la idea de crear cadenas productivas ligadas al turismo. Lo hizo el gobernador Carlos Joaquín González en el marco del Foro Nacional de Turismo que se inauguró el lunes en la ciudad de México.
“Allí tenemos tareas pendientes. Las autoridades de los tres estados de la Península requerimos ajustar lineamientos para incentivar la generación de productos que demanda esta gran industria”, señaló.
Sin duda se trata de un proyecto a largo plazo, pero hay que arrancarlo.
Luneta
El Comité de Planeación de Puerto Morelos aprobó el Plan Municipal de Desarrollo de ese municipio, que incluso cuenta con el oficio del gobierno del estado que avala su alineamiento con el plan rector estatal. Hoy debe ocurrir lo mismo con el de Benito Juárez.
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