Washington.— El gobierno de Estados Unidos y el Talibán acordaron ayer reducir la violencia durante siete días, lo que llevaría a un pacto definitivo entre las dos partes y la retirada de las tropas de Washington de Afganistán, afirmó a la prensa un funcionario estadounidense en el Departamento de Estado.
La fuente no especificó cuándo entrará en vigor ese convenio para reducir las agresiones, considerado una prueba de fuego para ver si es posible poner fin a casi dos décadas de guerra en Afganistán.
El funcionario, quien habló bajo condición de anonimato por no estar autorizado a tocar ese tema públicamente, explicó que el acuerdo para reducir la violencia es “muy específico”. Mediante ese pacto, los insurgentes se han comprometido a detener los ataques suicidas, el lanzamiento de cohetes y las ofensivas contra vehículos militares en carreteras.
“Si el Talibán implementa lo que se ha comprometido a hacer, entonces continuaremos con el acuerdo”, explicó el funcionario.
Durante meses, Estados Unidos y la formación insurgente negociaron un acuerdo de paz, que, según los insurgentes, ya estaba finalizado cuando el pasado septiembre el presidente estadounidense, Donald Trump, suspendió el proceso abruptamente después de un atentado insurgente en Kabul en el que murió uno de sus connacionales.
Antes de romper esas negociaciones, que duraron más de un año, el mandatario estuvo a punto de recibir a los líderes talibanes y al presidente afgano, Ashraf Ghani, en la residencia presidencial de Camp David, una idea que generó mucha polémica en Washington.
El borrador del acuerdo del Talibán y de la Unión Americana contemplaba la retirada de más de 5 mil soldados estadounidenses en los primeros 135 días tras su firma.
En Afganistán, desde el fin de la misión de combate de la OTAN en enero de 2015, Estados Unidos mantiene un contingente en el marco de la nueva misión aliada de asesoramiento a las tropas afganas y otro en tareas “antiterroristas”.
La guerra de Afganistán es el conflicto más largo en el que ha estado inmerso Washington; más de 2 mil 300 estadounidenses han muerto.
El gobierno afgano y los talibanes se reunirán en Oslo, Noruega, el 10 de marzo próximo, en lo que sería un paso clave para poner fin al conflicto en Kabul.