Madrid.— El Covid-19 agrava las desigualdades educativas, debido a que los alumnos más desfavorecidos no pueden acceder desde sus hogares a la formación en línea que requieren para proseguir con su aprendizaje en el confinamiento. Muchas familias de escasos recursos carecen de computadoras en sus casas o no tienen dispositivos con conexión a internet, por lo cual los contenidos pedagógicos que los profesores ofrecen en formato virtual tras el cierre de los colegios se vuelven inaccesibles para ese sector.
Tan sólo en Cataluña, una de las regiones españolas más prósperas, entre 10% y 15% de los estudiantes no tienen esa opción.
“Por cada 30 alumnos que tenemos por clase, cinco aproximadamente no tienen acceso a internet, lo que es indicativo de la desigualdad educativa que existe.
“Esto, con un agravante, que por lo general los padres que carecen de medios tampoco tienen la formación necesaria para que les puedan ayudar. Son jóvenes que están solos a la hora de estudiar en sus casas”, señala a EL UNIVERSAL Marina Hernández Sarriá, profesora de secundaria en Madrid.
Los docentes están al pendiente de estos casos y se preocupan por mandar tareas específicas a quienes no disponen de recursos tecnológicos; no obstante, la brecha digital es una traba.
“Con este panorama, por supuesto que tendremos que ser generosos con las evaluaciones. Todos los profesores somos conscientes. No hablo de un aprobado general, porque creo que no es justo, no se correspondería con el esfuerzo personal.
“Habrá que buscar una fórmula que no perjudique a los alumnos con menos recursos”, explica la profesora que imparte clases en Carabanchel, uno de los barrios más populares de Madrid con gran presencia de migrantes y población de origen gitano.
El confinamiento ha puesto de manifiesto en España y parte de Europa el enorme desnivel que existe en las aulas a la hora de que los alumnos puedan acceder a la enseñanza a distancia, pero es en los países con sociedades más desiguales, donde la brecha se ensanchará de modo preocupante.
África está en primer lugar; Asia y América Latina albergan importantes núcleos de población, sobre todo en zonas rurales y áreas urbanas deprimidas, que carecen en sus hogares de medios tecnológicos con los que contribuir a la formación de los estudiantes desalojados de los salones.
En contraste con la decisión adoptada en Italia de conceder este año un aprobado general al alumnado de secundaria y preparatoria, en España miles de familias se rebelaron contra la posibilidad de que se evalúe a los jóvenes que, en mayor o menor medida, se han visto perjudicados.
La Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (Ceapa) lamentó que el máximo órgano de representación de la comunidad educativa en España, el Consejo Escolar del Estado, diera la espalda a los afectados por la brecha digital.
“El colectivo pide soluciones para los estudiantes que se quedarán descolgados, quienes merecen medidas valientes y respuestas por parte de la administración que garanticen la equidad y eviten que nadie se quede atrás”, señaló.
Esto, luego de cuestionar las contradicciones del consejo escolar, que recomendó que se siguieran impartiendo materias en casa, a fin de evaluarlas, mientras advertía que ningún alumno saldrá perjudicado por no haber realizado estas tareas de forma adecuada.
Los sectores implicados coinciden al señalar que las circunstancias actuales no son las idóneas para estimular el aprendizaje, ya que además de la imposibilidad de garantizar el derecho a la educación en igualdad de condiciones, muchos menores sufren en sus casas una dura realidad.
“Hay que tener en cuenta que muchos hogares han sido golpeados por el paro [desempleo] y lo que es peor aún, por esta terrible pandemia”, resalta la Ceapa.
Las autoridades plantean que las clases en línea son una alternativa viable tras el cierre de las aulas por el Covid-19, pero para el Sindicato de Estudiantes esto supone un sinsentido, porque muchos alumnos de familias humildes no tienen acceso a computadoras ni internet ni a un espacio adecuado.
Con la clausura de los colegios, muchos profesores ofrecen a los jóvenes contenidos pedagógicos en formato virtual, al igual que las administraciones que han puesto en marcha sitios y programaciones televisadas; sin embargo, los expertos destacan que estas medidas, positivas y necesarias, serán insuficientes para evitar que el aislamiento perjudique más a quienes están en entornos empobrecidos, sobre todo en las regiones en las que la brecha digital está presente desde hace décadas.