Las luces de la elección del 2018 se pueden observar en el horizonte, pero únicamente con el conocimiento que se tiene en general de que serán los tiempos para sufragar el derecho ciudadano de votar por representantes populares.
Sobre quiénes serán los candidatos, sí habrá alianzas o cuál será la posición de los partidos políticos esa estructura cada día se ve más incierta y desordenada.
En los últimos ocho meses las que se dicen las principales fuerzas políticas del Estado lo único que han dejado a la vista son confrontaciones, deserciones de sus militantes y pésimo nivel de política inmiscuida en arrebatos.
Cada declaración que hacen los líderes de los organismos políticos es con el objetivo de hacernos reflexionar a los ciudadanos de que son la mejor opción, pero la realidad es que con la incongruencia de sus palabras es provocar hagamos lo contrario.
En su intento de conquistar el futuro político los problemas y necesidades sociales les rebasan, en su interés de hacernos reflexionar que serán los redentores que Quintana Roo necesita y que el actuar de su partido no comulga con sus convicciones les termina sobrando polémicas absurdas y dejando de reflexionar lo verdaderamente importante; al ciudadano no le interesa, le importa qué harán por mejorar su calidad de vida.
En definitiva Quintana Roo está inmerso en una depresión política y los partidos en crisis existencial lejos de la democracia, la participación, el orden institucional con militancia, sin identidad con representantes que solo aspiran pero a hacer su propia voluntad y no la del partido a la que pertenecen.
EN EL OJO DEL HURACAN
Como cada año las felicitaciones se harán masivas con motivo de la conmemoración del “Día internacional de la mujer” los presentes en las oficinas no se harán esperar y ni que decir de los extensos discursos en actos oficiales.
Se agasaja a las mujeres de la familia, de los centros de trabajo pero al día siguiente esto no servirá de nada. Dicha celebración no ha sido más que el banderín político de unos cuantos aprovechados y de oportunistas para ganarse la simpatía de un sector.
Las mujeres las que más protestan y luchan son las que en la práctica menos hacen por preservar la igualdad entre hombres y mujeres y quien más ataca a su género, que cuando de intereses se trata son quienes más oprimen y persiguen.
Un Instituto Quintanarroense de la Mujer más gris que el concreto de las calles, que prácticamente actúa reprimido por sí mismo, sin voz ni voto y con una dirigencia que no predica con el ejemplo de la no violencia, abundando los pésimos comentarios sobre su conducta y trato al personal.
Personajes que hace poco caminaron por los pasillos del IQM ondeando la bandera de la igualdad y que meses después al darles tantito poder y don de mando a quien menos escuchan y le dan votos de confianza es a sus congéneres.
¡No hay nada que celebrar!
LO QUE LAS COPETUDAS CUENTAN
“CAZAHURACANES” cumple un año de haber iniciado la escritura de sus párrafos. En este primer año se han escrito capítulos del acontecer y la política de nuestro bello estado y sus muchos rostros que nos dan material para opinar.
Esta columna que usted amable lector la nutre con su preferencia al dedicarle unos minutos al día en cada publicación, gracias por continuar siendo parte de –cazahuracanes- de ser cómplices de las copetudas y fieles a los consejos de la Tía Jovita.
Agradecemos a todos los espacios de comunicación que confían en las opiniones emitidas en este espacio y los hacen del dominio público.
Cazahuracanes continúa y vamos por muchos años más. COMO DIJERA LA TIA JOVITA “Por Ganas no Paramos”.