Cuando Andrés Manuel López Obrador entrevistó a José Luis Pech Varguez para tratar de conocerlo mejor antes de darle su primer nombramiento como defensor de la soberanía nacional en Quintana Roo, le preguntó por sus pecados, quería saber si tenía problemas “de honestidad”.
Cuando Pech Varguez terminó de “confesarse”, López Obrador le dijo: “já. Es lo tradicional”.
Así, en lo “tradicional”, pueden englobarse los “pecados” de quienes integran el equipo de transición que nombró este lunes el gobernador electo Carlos Joaquín González. Son, fundamentalmente los conocidos, políticos con defectos veniales, pues hay otros de los que se sabe poco o nada y unos más que provienen de la sociedad civil o recién llegados de Puebla, como es el caso de Blanca Alcalá Ruiz, coordinadora de vinculación gubernamental, que formó parte del gabinete de Rafael Moreno Valle, el gobernador saliente de esa entidad, luego de trabajar para el también ayuntamiento panista de la capital poblana.
Es un grupo plural en el que conviven experimentados políticos formados en el PRI, como el ex alcalde de Solidaridad, Miguel Ramón Martín Azueta y jóvenes con experiencia en el ejercicio de gobierno como Manuel Alamilla Ceballos, cuya carrera política la ha forjado fundamentalmente alado de Pedro Joaquín Coldwell, hermano del gobernador electo, a quien ha acompañado en sus diversos encargos siempre en posiciones de primer nivel.
Carlos Joaquín ha dicho que el suyo será un gobierno de conciliación y no de confrontación y al parecer ese perfil ha ayudado para que limen asperezas y trabajen en el mismo equipo el ex alcalde perredista de Benito Juárez, Julián Ricalde Magaña y el ex candidato a gobernador del PRD, Gerardo Mora Vallejo, quienes en el pasado reciente se acusaron y dijeron de todo.
El equipo de transición tiene también a empresarios ligados con la política, como Juan Vergara Fernández, especialista en temas financieros y fiscales originario de Huauchinango, Puebla, uno de los dueños de la televisora México Travel Channel, quien tuvo como socio en ese canal de televisión al ex gobernador Joaquín Hendricks Díaz.
Vergara Fernández acostumbra celebrar la Independencia de México en su residencia de Puerto Cancún, a la que cada año se da cita lo más selecto de la sociedad quintanarroense e invitados especiales del centro del país.
También hay políticos vueltos empresarios, como el ex delegado panista en Cuajimalpa, ciudad de México, Carlos Orvañanos Rea, presidente de la Asociación de Cerveceros de Quintana Roo, dueño de la cerveza artesanal Tulum que se vende en los partidos del Atlante. Muy cercano a Margarita Zavala, se hará cargo de proyectos especiales dentro del equipo de transición.
El coordinador del equipo, Francisco López Mena, es un hijo de notario yucateco que emigró a Cancún a principios de los años 80 y fue el primero, dicen que también el único hasta ahora, que se hizo de una patente como fedatario público, la número siete, atendiendo todos los requisitos, incluyendo pruebas de conocimiento y un concurso de oposición en la administración de Joaquín Coldwell.
Fue líder empresarial, Mario Villanueva Madrid le cerró la notaria para auditarlo cuando a finales de los 90 empezó a vincularse de manera abierta con el PAN, del que fue candidato a gobernador en 1999 compitiendo en contra de Joaquín Hendricks Díaz.
Hay panistas de viejo cuño como Mercedes Hernández Rojas y otros de relativamente jóvenes como Rafael del Pozo, hijo de un emigrante español que en los años 80 dirigió radio Ayuntamiento, del gobierno municipal de Cancún.
En el equipo de transición Carlos Joaquín incluyó también a varios que trabajaron en los gobiernos de Félix González Canto y Roberto Borge Angulo, entre ellos Roxana Lili Campos Miranda, la enlace con Seguridad Pública, quien fue coordinadora de ministerios públicos al arrancar la gestión que va de salida.
Están empresarios como Manuel García Jurado, ex presidente de la Canirac en Cancún, que hace algunos años desarrollaron un fuerte activismo para tratar de reactivar el centro de la ciudad y otros como Sergio González Rubiera, transportista, líder de las agencias de viajes y crítico de los taxistas.
El equipo de transición lo complementan especialistas, académicos con experiencia en áreas como el turismo (Marisol Vanegas), medio ambiente y desarrollo urbano. También hay representantes de la sociedad civil, gente de buena fe que nada entre tiburones, como Cynthia Dehesa Guzmán, quien llegó de Puebla hace año y medio para dirigir una agrupación que promueve la transparencia en el ejercicio de gobierno en el que hay algunos personajes polémicos.
Formalmente no es el gabinete de Carlos Joaquín, pero algunos de quienes integran el equipo de transición seguramente serán titulares de secretarías y muchos subsecretarios o directores de área.
Se decidió ventilarlos, orearlos en las redes sociales donde se ha difundido parte de sus perfiles. Hasta ahora los comentarios han sido positivos. El bono democrático sigue hasta lo alto.
Habrá que esperar a que empiecen a actuar como gobierno y que los pecados veniales no se vayan a convertir en mortales.
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