Por segundo día consecutivo, los inversionistas están pagando para deshacerse del petróleo de Estados Unidos, cuya cotización se mantiene en números negativos este martes.
Tras permanecer por unas horas en terreno positivo, los contratos de futuros para entrega en mayo, con vencimiento hoy, reportan cifras rojas de – 5 dólares, frente al cierre inédito de -37.63 unidades reportado ayer por la agencia Bloomberg.
El contrato para entrega en junio, que se convierte en el nuevo punto de referencia del petróleo estadounidense para los mercados, baja a 17.38 dólares este martes, tras cerrar ayer en 20.43 unidades.
El petróleo de la Unión Americana también es el principal punto de referencia de mezcla mexicana de petróleo, la cual perdió ayer todo su valor y finalizó en -2.37 unidades, siendo la primera vez que la petrolera ofrece el hidrocarburo en números negativos. El dato de este martes lo conoceremos después de las 16:00 horas.
Por su parte, el barril del Mar del Norte, conocido como Brent y precio de referencia en Europa, se llegó a vender en 18.10 dólares hace unas horas, pero en estos momentos se intercambia en 20.05 unidades, 5.52 dólares o 21.6% menos que el lunes.
Tras el colapso de los petroprecios, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo ayer que su gobierno puede adquirir hasta 75 millones de barriles de petróleo para integrarlos a su Reserva Estratégica. Además, dijo estar evaluando aplicar aranceles para mitigar el desplome de los petroprecios.
La jornada de ayer pasó a la historia como la más negra para los anuarios de la industria petrolera en América del Norte, cuando los inversionistas tuvieron que pagar para deshacerse del crudo y evitar así entregarlo en un mercado que carece de espacio para almacenar los barriles físicos en la actualidad.
Estas cotizaciones inéditas se deben a que los tanques se están quedando sin espacio para almacenar crudo, debido a que El Gran Confinamiento ha provocado que miles de millones de personas en todo el mundo se queden en casa para frenar la propagación del coronavirus (Covid-19), situación que ha colapsado la demanda de combustibles y dio paso a una sobreoferta del hidrocarburo en el mercado.
Ante esto, los operadores han tenido que deshacerse del petróleo mediante contratos con números negativos, es decir, pagando a los participantes del mercado para que acepten el petróleo producido.