Perú, 8 de febrero.- Una mujer peruana de 43 años que padece una debilidad muscular progresiva que la mantiene postrada en cama pidió este sábado que se le respete su voluntad de morir, opción que la ley proscribe y la Iglesia Católica rechaza.
“Que se respete mi voluntad de cómo y cuándo morir”, declaró Ana Estrada.
En el primer caso sobre eutanasia que sale a la luz pública en Perú, nación con profunda tradición católica.
Su pedido consiguió el apoyo de la psicóloga que la atiende desde hace dos décadas y de la Defensoría del Pueblo (ombudsman), que decidió pedir a la justicia peruana que haga una excepción y no aplique la pena que contempla la ley para casos de eutanasia u “homicidio piadoso”, que se castiga con tres años de prisión en Perú.
“Emprenderemos una campaña que elimine prejuicios porque no solo es un tema legal, sino que iniciará debate en la moral, la vida y la Muerte Digna”, dijo la Defensoría en su cuenta de Twitter este sábado.
Con tales fines, la Defensoría optó por presentar una “acción de amparo” ante un juzgado constitucional de Lima, cuya tramitación puede tomar varios meses, para que no se aplique el artículo 112 del Código Penal, que castiga la eutanasia.
Además, la Defensoría busca que el Ministerio de Salud establezca un protocolo para brindar una “muerte digna” a Estrada.
La solicitud de Estrada amenaza con generar una gran controversia en este país andino, pues la jerarquía católica ha expresado reiteradamente su total oposición a la eutanasia, así como a la legalización del aborto o a la manipulación genética.
“No se pueden aceptar bajo ningún argumento el aborto, la eutanasia o la manipulación genética”, subrayó en años anteriores la Conferencia Episcopal peruana.
Ana Estrada padece desde los 12 años una polimiositis, enfermedad incurable y degenerativa que deteriora en forma progresiva la movilidad de los músculos de su cuerpo.
Comenzó a desplazase en silla de ruedas a los 20 años, pero ahora apenas puede mover algunos dedos de la mano y unos músculos de la cara, por lo que no puede levantarse de la cama, tiene dificultades para hablar y requiere ventilación mecánica casi todo el día, según medios locales.
La psicóloga Ruth Kristal, quien la atiende desde hace más de 20 años, contó que su paciente es “una mujer lúcida”, con formación universitaria y de posgrado en psicología, que no tomó esta decisión de manera impulsiva, sino “tras años de reflexión”.
Explicó que la conoce desde que Estrada era estudiante y que ella no desea morir de inmediato, pero busca “tener el derecho a decidir sobre su futuro”.
“Ella quiere escribir un libro, tiene proyectos. No es que quiera morir inmediatamente”, expresó.