Planea la 4T reactivar economía de México con proyectos de Peña Nieto

Tres de las cinco inversiones más importantes del plan de infraestructura que presentó López Obrador fueron diseñadas en el gobierno anterior, como el Tren México- Querétaro

Tres de los cinco proyectos de inversión más importantes, por el monto de recursos que requieren, y que integran el Acuerdo para la Reactivación Económica que suscribió el gobierno de Andrés Manuel López Obrador con el sector privado ayer, fueron diseñados en la administración pasada y representan cinco de cada 10 pesos que se pretenden ejercer a partir de 2021.

De acuerdo con información de la Unidad de Inversión de la Secretaría de Hacienda, del primer anuncio de los 32 proyectos que se pretenden desarrollar mediante una inversión de 259 mil 195 millones de pesos, el Tren México-Querétaro, la coquizadora en la refinería de Tula y la Unidad de Licuefacción en Salina Cruz son obras que en su tiempo anunció el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto.

El Tren México-Querétaro tuvo su primera versión pública del análisis costo-beneficio en abril de 2014, elaborado por Modelística y entregado a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.

En ese momento se calculó que los costos de inversión ascendían a 37 mil 569 millones de pesos. El proyecto que el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó ayer tiene un costo de 51 mil 300 millones de pesos.

La obra se licitó y se adjudicó al consorcio de las empresas China Railway Construction Corporation, Prodemex, Grupo GIA, Constructora TEYA, China South Rolling Stock Corporation y GHP Infraestructura Mexicana. La Constructora TEYA era una de las filiales de Grupo Higa, perteneciente al empresario Juan Armando Hinojosa Cantú, ligado al gobierno de Peña Nieto.

Sin embargo, cuatro días después y ante las sospechas, el Ejecutivo revocó la decisión y afirmó que repetiría el procedimiento, aunque indemnizó con 100 millones de yuanes (16 millones de dólares) a la constructora china por la cancelación del contrato.

 

Pemex abre puertas  

El pasado 21 de julio, EL UNIVERSAL publicó que Pemex se abriría a la inversión privada en refinación con un contrato por 3 mil 54.8 millones de dólares, en un esquema de participación privada, para que Pemex Transformación Industrial (Pemex TRI) pudiera poner en operación la coquizadora en la refinería de Tula, cuya obra se suspendió en 2016 por falta de presupuesto.

En este plan se invirtieron mil 97.5 millones de dólares, por lo que el Consejo de Administración de la petrolera de esta administración retomó el proyecto.

En diciembre de 2014, ICA Fluor firmó un contrato con Pemex para la construcción de una unidad coquizadora en la refinería Miguel Hidalgo de Tula.

El valor fue por 19 mil 147 millones de pesos. La terminación mecánica del proyecto estaba programada para el tercer trimestre de 2018; sin embargo, “los trabajos se reprogramaron por una suspensión ordenada por Pemex”, comentó la empresa.

De la planta de licuefacción en Salina Cruz se anunció el 5 de noviembre de 2014 y se dijo que costaría 6 mil millones de dólares.

El plan público-privado  

El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y el sector privado suscribieron el plan de reactivación económica a través de 39 proyectos de infraestructura (32 de un primer paquete y siete en ejecución) —con inversión acumulada de 297 mil 344 millones de pesos.

Los empresarios mexicanos financiarán proyectos donde la aportación privada deberá ser de al menos 50% del costo total.

En Palacio Nacional, acompañado por la cúpula empresarial, el presidente López Obrador destacó que este plan busca reactivar la economía, sobre todo en las difíciles circunstancias provocadas por el Covid-19.

El jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, aseguró que “la mejor vacuna que tenemos los mexicanos para luchar contra la parálisis económica es la inversión privada. Es la esperanza para salir de la crisis, porque representa 80% del total de la inversión del país”.

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