En 1989, cuando el ya fallecido Carlos Hank González colocaba como secretario de Turismo la primera piedra de lo que hoy es el complejo turístico de Puerto Aventuras aseguró que ese proyecto marcaría el antes y después de lo que entonces se llamaba corredor turístico Cancún-Tulum.
“Este lugar será el ‘boom’ del corredor”, dijo el que era funcionario del gobierno de Carlos Salinas de Gortari.
Entonces la actual autopista era apenas una carretera de dos carriles sin acotamientos y Playa del Carmen era solo un paso obligado a Cozumel.
Cuatro años después, a mediados de julio de 1993, Playa del Carmen se erigía como la cabecera del octavo municipio de Quintana Roo, como consecuencia de un explosivo crecimiento al convertirse, primero como el poblado de apoyo de los miles de obreros que llegaban a trabajar en los grandes desarrollos hoteleros de la zona y, luego, como un destino turístico con personalidad y luz propia.
Seis años más tarde, luego de que el corredor Cancún-Tulum fue rebautizado como Riviera Maya, que a la postre se convertiría en una marca con reconocimiento mundial, se ponía en servicio en 1999 la actual autopista que, incluso, tiene en los hechos un segundo piso en el tramo que atraviesa Playa del Carmen.
El próximo 28 de julio se cumplen 21 años de la creación del municipio de Solidaridad y en ese tiempo pasó de 100 cuartos de hotel a los 44,000 con los que se espera cierre el año, aproximadamente 12,000 más que Cancún.
Todo lo vivido en el municipio, desde aquel medio día de 1989 en que Hank González colocó la primera piedra de Puerto Aventuras hasta la actualidad, habla de un dinamismo que solo puede compararse con el registrado en Cancún.
“No queremos que esta dinámica se detenga, que Solidaridad siga creciendo y sigamos siendo atractivos para la inversión y generando bienestar para los ciudadanos”, dijo el alcalde Mauricio Góngora Escalante.
De hecho, aún queda tela por cortar en la Riviera Maya, pues las 44,000 habitaciones son alrededor del 70% del tope que se planteó en el programa de desarrollo para la región de Latinoamérica que crece a mayor ritmo.
Y el reto es que ese desarrollo que aún está por venir se realice con responsabilidad con el medio ambiente que, finalmente, es el principal activo de la región, el producto más importante.
Los turistas no vienen a Quintana Roo por los espectaculares hoteles que, en todo caso son complemento, sino fundamentalmente por los atractivos naturales y, por ello, debe asumirse con responsabilidad el futuro.
Evitar la llegada de empresarios depredadores, como los del Grand Coral y contar con funcionarios responsables, como los del gobierno de Góngora Escalante que clausuraron esa obra por destruir manglar, mientras la Profepa actuaba a paso de tortuga.
Góngora Escalante dijo que el municipio seguirá creciendo, pero debe hacerlo honrando su propio nombre.
“Solidaridad significa implicarse mutuamente en fines comunes”, subrayó.
Ojalá que todos los entiendan y sumen al esfuerzo común.
Luneta
Suenan tambores de guerra en el sindicato de taxistas “Andrés Quintana Roo”, donde la vieja guardia representada fundamentalmente por las familias Cervera, Romero y Castillo, pretende una demostración de músculo, poner a prueba a la directiva encabezada por Oliver Heildelberg Fabro.
Las tres familias usufructuaron de diversas maneras a la agrupación y ahora pretenden quedarse con 50 concesiones de taxi foráneo, con las que se atiende la ruta Cancún-Playa del Carmen. Se trata de filón de oro, son los permisos más caros. ¿Lograrán su objetivo?
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