Ángela Merkel, musulmana. De esta manera la cadena pública alemana ARD ilustró una noticia dedicada a la crisis de los refugiados. La canciller aparece ataviada con el chador, prenda tradicional islámica que consiste en una única pieza de tela negra cubriendo el cuerpo, que a diferencia del burka o niqab, deja al descubierto el rostro.
Con el fotomontaje de Merkel con el velo islámico y el Bundestag (Parlamento alemán) rodeado de minaretes, el presentador del programa se pregunta dirigiéndose a los espectadores: “¿Podemos realmente integrar a los refugiados o estamos desbordados?”.
Esta idea atrajo muchas críticas de los espectadores tras su difusión. Tal fue así que tacharon al programa de “islamófobo” y de “apoyar a los partidos de extrema derecha”.
Casi al mismo tiempo, Merkel intervenía en el Parlamento Europeo de Estrasburgo, junto al presidente francés, François Hollande, al igual que hicieron 26 años antes los líderes de Alemania y Francia emularon a sus antecesores Helmut Kohl y François Mitterrand.
Al igual que entonces, Merkel y Hollande hicieron un llamado a favor de la unidad de Europa y contra los peligros del populismo y el nacionalismo xenófobo de algunos líderes de extrema derecha, que están aprovechando la crisis de los refugiados para meter miedo a la población y ganar votos.