10. Polémicas elecciones

Carlos Cardín Pérez llegó a la presidencia municipal en medio de una gran polémica. El PAN, el PRD y agrupaciones ciudadanas crearon una coalición y postularon como candidato a Eduardo Pacho Sánchez, quien hasta ese entonces era un priísta con buena imagen.

Su postulación provocó que lo desafiliaran del PRI. Su campaña pronto “prendió” y por primera vez la oposición tenía reales posibilidades de triunfar.

Sin embargo, dos días antes de las elecciones, previstas para el 18 de febrero de 1993, cuando los partidos políticos ya no podían cambiar de candidato, renuncia aduciendo el recrudecimiento de una añeja enfermedad.

Para muchos, fue una táctica para que Cardín Pérez ya no tuviera problemas para llegar a la presidencia municipal y que la operación estuvo a cargo del entonces secretario general de Gobierno, Juan Manuel Mercader Rodríguez, actualmente dedicado al negocio inmobiliario.

Con el paso del tiempo, Pacho Sánchez dijo que fue amenazado y que, incluso, lo llevaron al Campo Militar número 1 de la capital del país, en donde se le obligó a renunciar, para luego ser internado en un hospital de la metrópoli.

Meses después reapareció como proveedor de la administración de Cardín Pérez, pero el repudio popular ya no lo pudo evitar.

Como consecuencia de los graves problemas financieros heredados del gobierno de Contreras Castillo, quien dejó una deuda de cerca de $30 millones, Cardín Pérez inició su gobierno con muchos problemas.

Incluso, se topó con el problema de que gran parte de las calles estaban destrozadas. Pidió préstamos bancarios para pagar a proveedores y a Banobras, con el fin de reconstruir casi todas las avenidas del centro, utilizando concreto hidráulico. Esa fue la principal obra de un alcalde que mantuvo constantes enfrentamientos con el entonces gobernador, Villanueva Madrid, quien el 24 de mayo del 2001 fue detenido y enviado al penal de máxima seguridad de La Palma, en el Estado de México, en donde es procesado por serios señalamientos de narcotráfico.

Villanueva Madrid fue prófugo de la justicia durante 26 meses e, independientemente de las acusaciones en su contra que traspasaron las fronteras mexicana, pasará a la historia como el único político que nunca terminó los períodos legales en los puestos que ocupó.

En 1989 pidió licencia como diputado local, para buscar la presidencia municipal de Benito Juárez. En mayo de 1991 hizo el mismo trámite, con el fin de buscar la senaduría.

En septiembre de 1992 solicitó licencia como senador, para ser candidato a gobernador y el 27 de marzo de 1999, una semana antes de entregar el poder, desapareció y no acudió a la toma de posesión de su sucesor, Joaquín Hendricks Díaz.

Durante todo este tiempo ha sostenido que su persecución es una venganza política del entonces presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, con quien sostuvo serias diferencias.

La breve historia de Cancún registra también otros hechos que dejaron huella entre la comunidad, como el asesinato del narcotraficante Rafael Aguilar Guajardo, jefe del Cartel de Ciudad Juárez, perpetrado en abril de 1993. Casi un mes después asesinan a Angel Gutiérrez, ex apoderado del boxeador Julio César Chávez.

El 21 de agosto de ese mismo año tres sujetos coludidos con el Cartel de Cali asesinan a Jorge Acevedo Torres, ex funcionario municipal. El móvil del asesinato fue el robo y los asesinos salieron libres meses después, a pesar de la gravedad de su delito.

Luego de varios años de exigirlo, finalmente en noviembre de 1995 los cancunenses logran el llamado “autogobierno”, cuando el PRI postula a un cancunense como su candidato a la presidencia municipal. Sin embargo, el camino no estuvo fácil para Rafael Lara y Lara, quien enfrentó en la contienda al panista Rogelio Márquez Valdivia, a quien ganó por escaso margen.

Hasta antes de esa nominación, era costumbre que los candidatos priístas a alcaldes fueran enviados desde Chetumal. De hecho, esa añeja costumbre tuvo su nota curiosa durante el interinato de Contreras Castillo, pues un profesor de nombre Pablo Peniche renunció al cargo al flamante cargo de la Dirección de Ayudantía que le confirió Villanueva Madrid, cuando el Congreso nombró alcalde sustituto a Contreras Castillo, por considerar ofensivo que los gobernantes siguieran siendo chetumaleños.

Por otra parte, si bien los cancunenses se quedaron sin los Pioneros, pronto tendrían un consuelo. Luego de varios años de esfuerzos, durante los cuales se rechazaron las solicitudes locales, finalmente la Liga Mexicana de Béisbol autorizó el ingreso de Cancún a ese circuito en 1996.

Primero fue Rafael Lara el que intentó conseguir una franquicia de ese circuito, pero fracasó aún en los años en los que hubo expansión. El Sindicato de Taxistas “Andrés Quintana Roo” también fracasó en su intento, al igual que el empresario Pedro Larrañaga, pero finalmente se conjuntaron varios esfuerzos, incluidos los del gobierno del Estado y se logró comprar a los Pericos de Puebla, que se convirtieron en los Langosteros.

Fruto de los cambios y apertura que empezaron a vivirse en el país a partir de finales de los 80 y que afectó la vida interna del PRI, en un hecho inédito seis priístas participaron en una consulta a las bases para seleccionar a su candidato a la presidencia municipal. Fueron cinco varones y una mujer, Magaly Achach Solís, quien en un cerrado proceso, le ganó a Mario Ramírez Canul.

De esa forma, en un hecho histórico, los tres principales partidos políticos -PAN, PRI y PRD- postularon a mujeres como candidatas a la presidencia municipal de Benito Juárez para el período 1999-2002: Mercedes Hernández Rojas, ex líder empresarial; Elba Capuchino Herrera, dirigente de deudores de la banca y Achach Solís, quien surgió como líder de colonias a principios de los 80.

Creo que estamos llegando al momento en que se defina si Cancún será un lugar especial, con armonía social y progreso ordenado, o será una mancha más en el mapa y una prueba más de nuestra condición de “país en desarrollo” -José María Campos Hraba, 26 de noviembre de 1987, cuando tomó posesión como presidente del Centro Empresarial de Quintana Roo.

La orquesta yucateca “Los Auténticos” solía interpretar una canción a fines de los setentas que se hizo popular en los bailes de muchos pueblos del estado de Yucatán: “Me está llamando Cancún”.

La composición del músico yucateco Luis Felipe Castillo, a quien después le llamarían “Mr. Cancún, festejaba en esa época una situación relativamente nueva en la región: la emigración de yucatecos a Cancún en busca de trabajo y mejores salarios.

Treinta años después, muchos de esos yucatecos que aceptaron el llamado de Cancún decidieron quedarse y hacer de este lugar su nueva ciudad. Con ellos se cumplió en parte la profecía del Gral. Francisco Cantón Rosado, gobernador yucateco a principios de siglo.

Hoy en día el 60% de los habitantes de Cancún son peninsulares -provienen de Yucatán, Campeche y Quintana Roo-, aunque los yucatecos representan poco más del 30%, luego de que a mediados de los 80 llegó a ser más del 60%.

Otro 24% de la población local vino procedente de Guerrero, Tabasco, Veracruz y el Distrito Federal y otro 16% son nacidos aquí, provienen de otros estados de la República o, incluso, del extranjero. Ese fenómeno, el hecho de que los habitantes de esta ciudad provengan de lugares tan distintos, provocó un fenómeno social en este centro vacacional, en donde no hay una identidad definida que, incluso, se palpa en sus construcciones, sobre todo aquellas localizadas en la zona urbana.

De hecho, en Quintana Roo viven personas que provienen de 56 etnias de todo el país. Es el único punto de México en el que se da un amalgamiento de ese tipo, “aderezado” por los cientos de extranjeros que también han escogido asentarse en la zona, independientemente de los que vienen de visita.

De acuerdo con los resultados del Censo de Población y Vivienda de 2000, en Quintana Roo viven 173,592 indígenas, de los cuales el 94.7% (163,477) son mayas y el 5.3% (10,115) corresponden a 56 etnias de otras partes del país.

Del total de etnias, incluyendo los mayas, 53 tienen presencia en Cancún, 29 en Cozumel, 14 en Isla Mujeres y 27 en Solidaridad o la Riviera Maya.

Así, esa configuración cosmopolita de la población de Cancún dio origen a una serie de fenómenos sociales, que rompieron con los paradigmas de la región, en donde se ubicó al centro turístico que, hoy en día, tiene como principal destino turístico del país una situación contrastaste.

Para nadie pasan desapercibidos los tres cancunes que hay en este destino turístico: la zona hotelera con su gran lujo, el centro con una muy cansada imagen y las empobrecidas regiones, en donde a diario se viven verdaderos dramas.

El llamado Síndrome de Cancún de mediados de la década de los 80, provocó la aparición de pueblos fantasmas, principalmente en Yucatán, pues hubo comunidades que se quedaron sin más de la mitad de su población, sobre todo las localizadas en la parte orienten de ese Estado, que es la zona más cercana a este centro vacacional.

Para dar una idea, hace 20 años a la entrada de Valladolid había un letrero que decía “Valladolid 50,000 habitantes”. Actualmente hay una leyenda similar, pero ahora el número que aparece es 36,000.

Durante los primeros años de Cancún se creó el mito de que quienes llegaban a este lugar se hacían ricos en forma muy rápida.

-Es una idea romántica creer que los pioneros de Cancún que llegaron con los bolsillos vacíos están hoy nadando en dólares -dijo Manuel Castillo González en julio de 1988.

Conforme se iba poblando esta ciudad, entre la población se fueron haciendo cada vez más grandes las diferencias entre los pobladores. Lo único común que tenían era su gran necesidad de empleos y salarios que le permitían una vida que, muchos, no tenían en sus lugares de origen.

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