Generalmente con razón, la sociedad en general desconfía de los cuerpos de policía de cualquiera de sus niveles: federal, estatal o municipal.
El gobierno de Carlos Joaquín González recibió una policía estatal desmantelada. Sin los mínimos para cumplir con sus delicadas tareas. No ha sido fácil tratar de enderezar el rumbo para que la sociedad tenga la policía estatal que exige y merece.
Cuando se habla de policías no se refiere uno a seres de otro mundo ni a fantasmas, sino a personas de carne y hueso; personas con nombre y apellido, personas con debilidades como cualquiera, y también, porque no, con rasgos de fortaleza, como la gente normal.
Pero cuando se habla de los temas relacionados a la inseguridad de inmediato nos referimos a los cuerpos policiacos de los tres niveles de gobierno y señalamos sus deficiencias, sin reparar en que ellos son el hilo más delgado de la madeja.
Señalamos a los policías corruptos, a los elementos que se vuelven aliados de los delincuentes traicionando la confianza depositada en ellos, y en los que por su impericia dejan escapar a los bandidos o se hacen de la vista gorda ante la flagrancia de hechos delictivos.
Una de las preocupaciones de la sociedad es el ambiente de inseguridad que se vive, y que resienten todas las clases sociales y en casi todas las ciudades e incluso en el campo.
Sin embargo, pocos nos preguntamos acerca de las condiciones de vida de los policías, de las condiciones laborales, de sus salarios, de la capacitación que necesitan, de formación humana y técnica que se es brinda, y de los equipos para cumplir con su deber.
El gobernador Carlos Joaquín tiene plena conciencia de que la seguridad es uno de sus más grandes desafíos. Por eso designó al frente de la secretaría de Seguridad Pública a una persona con la experiencia y la probada lealtad de Rodolfo del Angel Campos.
Una de sus tareas es dignificar la labor de los policías estatales. Por eso se les ha elevado el sueldo y se han incrementado sus prestaciones y condiciones laborales, además del equipo necesario para cumplir sus responsabilidades. Todo esto requiere de una importante inversión. Porque se está hablando de patrullas, de armamento, de chalecos, de cámaras de vigilancia y de otros instrumentos para brindarle seguridad a la ciudadanía. El reto no es fácil, pero es bueno saber que se está trabajando en este sentido. No es fácil. La carga del pasado es mucha.
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