MÉRIDA, 15 de enero.— En un operativo que rayó en lo chusco, agentes de la Policía Estatal y municipal de Celestún lograron la detención de dos presuntos ladrones, utilizando un “armamento” poco convencional: una resortera, mejor conocida en la región como “tirahule”.
Los hechos ocurrieron cuando dos sujetos, identificados como “Morsa” y “Pinocho”, ingresaron a una vivienda con la intención de robar. Al verse descubiertos, intentaron escapar, pero uno de ellos decidió atrincherarse en el techo de la casa, desde donde comenzó a lanzar piedras contra los policías para evitar su captura.
Durante varios minutos, el hombre logró mantener a raya a los agentes, quienes intentaban persuadirlo para que bajara. Sin embargo, ante la resistencia del sujeto, los uniformados optaron por un recurso inesperado: armarse con un tirahule y responder con su propia dosis de piedras.
La improvisada estrategia funcionó, ya que el impacto de los proyectiles distrajo al ladrón el tiempo suficiente para que tres policías lograran subir al techo y someterlo.
El curioso operativo no pasó desapercibido entre los vecinos, quienes entre risas y sorpresa atestiguaron cómo la policía yucateca logró resolver el incidente con una táctica digna de una película cómica. Finalmente, los detenidos fueron puestos a disposición de las autoridades correspondientes.