Unos francotiradores mataron la noche del jueves a cinco policías durante una manifestación antirracista en Dallas (Texas), en una acción aparentemente coordinada.
“Había negros, blancos, latinos, de todo. Era la protesta de una comunidad mixta. Y de pronto (los disparos) salieron de la nada. Teníamos la impresión de que nos disparaban a nosotros. Era el caos total, una cosa de locos”, contó un testigo.
Uno de los sospechosos de los disparos, que se había atrincherado en un edificio, murió al término de un tenso asedio policial.
Previamente había afirmado que había bombas por todo el centro de Dallas, por lo que la policía desplegó a los artificieros por la zona, en la que el tráfico estaba cortado, en busca de explosivos.
Desde Varsovia, adonde viajó para asistir a una cumbre de la OTAN, el presidente Barack Obama denunció un ataque “salvaje, calculado y despreciable contra las fuerzas del orden”. La protesta de Dallas era una de las tantas manifestaciones en varias ciudades de Estados Unidos tras la muerte de dos negros a manos de policías en Luisiana y Minnesota esta semana.
Los francotiradores que abrieron fuego hacia el final de la manifestación apuntaron claramente a los policías.
El cuerpo de policía calificó el ataque, en el que también hubo seis agentes heridos, de “incidente terrorista”.
Caos total
Hacia el final de la manifestación en Dallas, dos hombres “empezaron a disparar contra los policías desde una posición elevada”, declaró el jefe de la policía, David Brown.
Una mujer que estaba en la misma zona del garaje fue detenida, además de otros dos sospechosos que tenían bolsas de camuflaje en su coche.
Aunque según Brown, “por desgracia no estamos seguros de haber detenido a todos los sospechosos”.
Varios testigos subieron a internet videos y audios sobre la situación, en los que se ven y escuchan las ráfagas de tiros y las sirenas policiales.
Ismael DeJesus fue uno de los testigos que filmó un video, mientras se escondió en el Crown Plaza Hotel durante el tiroteo.
Según relató a CNN, que emitió las imágenes, un hombre “junto a una columna disparaba hacia la izquierda, hacia la derecha, al otro lado de la columna, disparando contra alguien”.
“Luego se dio vuelta para asegurarse que no venía nadie, pero un agente vino por el lado derecho. El policía intenta sorprenderlo pero la cosa no termina bien”, agregó DeJesus. “Pareció una ejecución, honestamente. Se paró sobre él después de que ya estaba caído. Le disparó tal vez tres o cuatro veces en la espalda”.
Indignación
Las muestras de indignación habían ido en aumento a lo largo de la semana, primero tras el asesinato el martes de Alton Sterling, de 37 años, ultimado por policías en un estacionamiento de un comercio en la ciudad de Baton Rouge, Luisiana.
El jueves la indignación se trasladó a las calles de las principales ciudades estadunidenses tras la muerte de otro ciudadano negro, Philando Castile, a quien un policía le disparó dentro de su auto que había estacionado y en el que viajaba junto a su novia y la hija de ésta, de cuatro años.
Las muertes de Sterling y Castile fueron filmadas por testigos y los videos muestran que no representaban ningún riesgo evidente para los agentes que los abordaron.
El presidente Barack Obama dijo que estas muertes son síntoma “de los desafíos de nuestro sistema de justicia criminal, la disparidad racial que se muestra en nuestro sistema año tras año”.
Obama abogó por una reforma de la policía y en ese sentido defendió las propuestas de reformas presentadas el año pasado por la Casa Blanca afirmando que ya es hora de aplicarlas.
Por su parte, la agencia federal de aviación (FAA) de Estados Unidos anunció la restricción del espacio aéreo sobre la ciudad de Dallas.
“Solo aviones de operaciones de ayuda bajo la dirección del Departamento de Policía de Dallas están autorizados en el espacio aéreo”, agregó.
Las restricciones estarán en vigor hasta las 11 horas 30 GMT.
Las marchas de protesta bajo el lema del movimiento “Las vidas de los negros importan” se congregaron en Los Ángeles, Chicago, Washington, Dallas, Atlanta y Nueva York.
En Washington, unos mil manifestantes se congregaron en los alrededores de la Casa Blanca y luego marcharon hacia el Capitolio, donde el veterano líder de los derechos civiles y congresista John Lewis se dirigió al público desde las escalinatas usando un megáfono.