Entre las primeras acciones de Joe Biden, han estado la anulación de varias estrategias que implementó Donald Trump durante su mandato. El demócrata quiere terminar con aquellas prácticas que vulneran los derechos de los estadounidenses. Por ello, puso fin a los contratos que se tenían con prisiones privadas.
Durante el 2016, Barack Obama planeó una eliminación gradual de los convenios federales existentes con centros penitenciarios privados, pero cuando Trump tomó el poder, su primer fiscal general, Jeff Sessions, anuló la medida. conservando así estos acuerdos.
¿Por qué Biden quiere romper tratos con las prisiones privadas?
El actual presidente considera necesaria la cancelación de los contratos, pues diversos estudios han comprobado que las corporaciones se han estado beneficiando de encarcelamientos que resultan menos humanitarios y poco seguros para los convictos.
Organizaciones como Human Rights Watch han encontrado que las correccionales privadas presionan al gobierno estadounidense a imponer penas más severas a los acusados de un crimen y así motivar su encarcelamiento, lo que resulta ventajoso para éstas.
“Este es el primer paso hacia impedir que las corporaciones lucren en base al encarcelamiento de personas” declaró el presidente.
Además, las personas viven en condiciones deplorables, pues las instalaciones son deficientes, en especial aquellas que albergan a inmigrantes detenidos.
En consecuencia, el 26 de enero Biden ordenó una serie de acciones para promover la equidad racial y le solicitó al Departamento de Justicia poner fin al uso de las prisiones privadas y cambiar su enfoque para así combatir con el racismo sistémico que existe en Estados Unidos. Al respecto, el mandatario declaró lo siguiente:
“Debemos cambiar (..) Sé que tomará tiempo, pero sé que podemos lograrlo. Y creo firmemente que la nación está lista para el cambio. Pero el gobierno debe cambiar también”.
Al igual, con estas nuevas medidas, el líder busca garantizar su compromiso de respetar la autonomía de las tribus, así como hacerle frente a la discriminación que se ha generado contra las comunidades asiático-estadounidense y provenientes de las islas del Pacífico, la cual se acrecentó tras la pandemia de COVID-19.
De esta manera, Biden refleja su empeño por cumplir con sus promesas de campaña de combatir la injusticia racial desde el inicio.