La seguridad en Quintana Roo siempre ha sido un tema de gran relevancia y preocupación para sus habitantes.
Este tema ha vuelto a ocupar los titulares de los medios de comunicación, esta vez debido a las acusaciones lanzadas en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador en contra de Alberto Capella, ex titular de seguridad en el estado.
Las acusaciones señalan a Capella de estar detrás de campañas políticas en Cozumel y Playa del Carmen, promoviendo estrategias con fines electorales para beneficiar al candidato del PRI, Pedro Joaquín, así como de asesorar a la alcaldesa Lili Campos en Solidaridad, quien busca la reelección.
Es preocupante observar cómo la seguridad, un tema que debería ser abordado con total seriedad y compromiso, se ve involucrado en disputas políticas y maniobras electorales.
La ciudadanía de Quintana Roo merece contar con un sistema de seguridad confiable y efectivo, que garantice su bienestar y protección, independientemente de intereses partidistas.
Desde su llegada a Quintana Roo y hasta su polémica salida de la Secretaría de Seguridad, la figura de Alberto Capella ha sido objeto de controversia.
En su momento, su designación como titular de seguridad estuvo envuelta en críticas y cuestionamientos debido a su historial y a las denuncias en su contra por presuntos vínculos con el crimen organizado en otros estados del país.
Sin embargo, su permanencia en el cargo fue respaldada por el entonces gobernador Carlos Joaquín.
La denuncia pública hecha hoy en “la mañanera” contra Capella debe atenderse. Ya una vez se permitió que desestabilizara la paz y tranquilidad, a pesar de que era el encargado de mantenerla. No hay que permitírselo de nuevo.