CIUDAD DE MÉXICO.- La Secretaría del Trabajo publicó un acuerdo que cierra la puerta al outsourcing en la industria hotelera.
La dependencia determinó que camaristas, recepcionistas, cocineros, cantineros, meseros y sus capitanes, encargados de lavandería, ropería, lava losas, limpieza, cocina y reservaciones, entre otros, no podrán ser subcontratados.
De acuerdo con la Ley vigente, las empresas solo pueden contratar bajo el esquema del outsourcing cuando se trata de actividades especializadas que justifican la temporalidad de los trabajos y la relación laboral, a través de un tercero.
Sin embargo, en el caso de los “servicios de alojamiento temporal”, la Secretaría determinó que no aplica ese criterio para un listado de trabajadores.
“Las actividades enlistadas no se consideran especializadas, por consecuencia, resulta inviable que las empresas o personas físicas dedicadas a prestar servicios de alojamiento temporal (industria hotelera) contraten dichos servicios con un carácter de especializado.
“Dichas actividades se encuentran intrínsecamente vinculadas a su objeto social y actividad económica preponderante”, señala.
En consecuencia, este criterio será tomado en cuenta por la dependencia federal para efectos de las inspecciones en materia de subcontratación, en esos centros de trabajo.
En el acuerdo, publicado en el Diario Oficial de la Federación, la Secretaría recordó que la reforma en materia de subcontratación, decretada en abril de 2021, busca combatir mecanismos de simulación en la relación laboral.
“Dichos mecanismos provocan una afectación directa a los derechos laborales de los trabajadores, afectan su acceso a financiamientos, su capacidad de pago, su acceso a la vivienda y su capacidad de ahorro financiero a largo plazo”, refiere.
“Además generan un menoscabo considerable en la recaudación por parte del Estado respecto las obligaciones de seguridad social y fiscales de los empleadores”.
En este marco, refirió que a reforma dejó establecida la prohibición de la subcontratación de personal, ya que solo permite la contratación de servicios especializados que no formen parte del objeto social de la empresa.
La Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) ha denunciado que, en algunas regiones turísticas, como la Riviera Maya, los hoteleros buscan la subcontratación para no pagar prestaciones ni utilidades a los trabajadores.