Dentro de poco más de 10 meses, los mejores jugadores de fútbol del mundo acudirán a Qatar para disputar la Copa del Mundo y las entradas ya se han puesto a disposición del público en general.
Los precios varían en función del partido y de la categoría de asiento que se elija, y las entradas para la final oscilan entre US$ 604 dólares y US$ 1.600.
Puede parecer un precio elevado, pero, en comparación, algunas entradas oficiales para el Super Bowl de este año cuestan a partir de US$ 5.950.
“Esta es una Copa Mundial de la FIFA para Qatar, la región y el mundo, y los productos lanzados hoy (por este miércoles) reflejan el objetivo de la FIFA de llevar el deporte rey al mayor número posible de aficionados en todo el mundo”, declaró la Secretaria General de la FIFA, Fatma Samoura.
Los residentes qataríes se beneficiarán de entradas subvencionadas, con precios a partir de poco menos de US$ 11 para los asientos exclusivos de categoría 4, en un intento de llenar los estadios para el torneo.
También habrá entradas accesibles más baratas para los discapacitados.
El Mundial, un controvertido “festival de fútbol”
Los aficionados también podrán adquirir paquetes para seguir a su equipo elegido durante todo el torneo, así como comprar varias entradas para diferentes partidos en el mismo estadio.
La FIFA dijo que los visitantes deben seguir los consejos de viaje de las autoridades qataríes y que las últimas medidas de covid-19 se comunicarán antes del torneo.
“Será un festival de fútbol en el que los aficionados experimentarán la rica cultura e historia de la región a través de la plataforma del fútbol en estadios de primera categoría, y esperamos reunir a personas de diferentes culturas para que vivan el fútbol en la Copa Mundial de la FIFA”, añadió Samoura.
Continuamente se han planteado preguntas sobre cuestiones de derechos humanos de cara a la Copa Mundial de Fútbol de este año en Qatar, sobre todo en relación con los trabajadores migrantes y las leyes contra la homosexualidad.
Un informe publicado el año pasado por Amnistía Internacional reveló que las autoridades qataríes no investigaron la muerte de miles de trabajadores migrantes, a pesar de las pruebas de que las condiciones de trabajo eran inseguras.
Varios equipos nacionales ya han llamado la atención sobre sus problemas de derechos humanos, organizando protestas en las rondas de clasificación.
Nasser Al Khater, director ejecutivo del comité organizador del torneo, insiste en que Qatar ha recibido un trato “injusto” desde que se ganó el derecho a organizar el torneo hace 11 años.
Prometió que el país anfitrión sería “tolerante” y “acogedor”.