Justo cuando los gobiernos de todo el mundo consideran en qué fecha levantar las restricciones de movimiento que paralizan la economía destinadas a frenar infecciones por coronavirus, el miedo en la mente de todos puede ser expresado en dos palabras: segunda ola.
La preocupación es que, una vez sofocado el brote, la pandemia resurja con gran fuerza, causando una repetición de casos en ascenso, sistemas de salud saturados y la necesidad de frenar actividades y bloqueos en la movilidad en general.
1. ¿Qué es una segunda ola?
Las pandemias son causadas por nuevos patógenos, para los cuales, la mayoría de los humanos no cuentan con protección inmunológica. Eso es lo que les permite convertirse en brotes globales.
La dispersión de virus a nivel mundial son poco frecuente, pero la gripe es el ejemplo más frecuente. A menudo sucede que una nueva variante del virus de la gripe se propaga alrededor del mundo y luego retrocede, algo así como un tsunami.
Unos pocos meses después, regresa y se extiende por todo el mundo, o grandes partes de ella.
2. ¿Qué hace que la primera ola retroceda?
Las pandemias de influenza pueden ser contrarrestadas temporalmente por clima, moviéndose hacia el hemisferio sur cuando en el norte la temperatura sube durante el verano y viceversa.
Los virus también pueden haber infectado a una gran parte de las personas en la mayoría de las zonas, dándoles inmunidad contra la reinfección y posiblemente creando la llamada inmunidad colectiva, que protege a quienes no se han infectado al restringir la circulación del virus.
En el caso del coronavirus que causa COVID-19, países de todo el mundo han impuesto restricciones de movimiento en un a escala sin precedentes y la gente ha adoptado voluntariamente medidas de distanciamiento social que, en conjunto, mantienen a las personas lo suficientemente separadas para que el virus no se puede propagar fácilmente.
3. Entonces, ¿cómo regresa un virus?
Hay varias posibilidades. En el caso de la influenza, está comenzando el clima frío, un factor que puede también afectar al coronavirus.
Pero también el patógeno puede mutar. Esta es otra característica de la gripe, que muta más o menos constantemente.
En otoño de 1918, una segunda ola de la gripe española causó la mayoría de las muertes en dicha pandemia.
Algunos investigadores creen que fue provocado por una mutación que hizo que el virus volviera a ser irreconocible para la mayoría de las personas con sistemas inmunes .
Otra variable importante es el movimiento del virus a poblaciones que no han estado expuestas antes y que no cuentan con inmunidad.
4. ¿Por qué no hubo una segunda ola de SARS?
El brote del síndrome respiratorio agudo severo (SARS, por sus siglas en inglés) en Asia, el cual se dio entre 2002 y 2003, nunca llegó al alcance de una pandemia.
Aunque fue causado por un coronavirus, no fue tan contagioso como el responsable del COVID-19.
Su difusión se restringió principalmente a hospitales y otros entornos donde las personas entraron en contacto cercano con el cuerpo o fluidos de pacientes infectados.
El ébola es otro patógeno relativamente nuevo para los humanos. Ha habido brotes periódicos en África, pero mientras el virus es altamente contagioso en algunos sitios, no ha sido lo suficientemente infeccioso como para propagarse alrededor del mundo como el coronavirus.
5. ¿Cuáles son las perspectivas para las segundas olas de coronavirus?
Ha habido indicios en China sobre el riesgo de una segunda ola. Algunas áreas del país que fueron cerradas por el virus y luego reabiertas tuvieron restricciones impuestas en marzo debido a nuevos casos.
Gran parte del resto del mundo todavía está luchando por controlar la ola actual.
La mayoría de las áreas que han contenido el virus lo han hecho utilizando restricciones de movimiento, lo que ralentiza la propagación del virus pero deja a muchas personas vulnerables a la infección una vez que comienzan a salir nuevamente, lo que aumenta la posibilidad de una segunda ola.
6. ¿Qué podría prevenirlos?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado levantar las restricciones de movilidad en etapas para probar el efecto de cada una antes de pasar a una mayor apertura.
En cualquier caso, dicen los expertos, la clave para mantener bajos los contagios sin bloquear a todos es aumentar las pruebas y el rastreo de contactos.
Las autoridades de salud necesitan encontrar a las personas infectadas, aislarlas e identificar sus contactos recientes, para que también puedan realizarse pruebas y aislarse si es necesario. Eventualmente, es posible que un número suficiente de personas se expongan al coronavirus, que se desarrolle inmunidad y deje de propagarse el virus, o que se autorice una vacuna contra él.