El gobierno federal, a través del Banco de Bienestar, licitará la construcción de 16 nuevas sucursales y el equipamiento de otras 30 con un valor total de 95.5 millones de pesos para que empiecen a operar este mismo año.
Información sobre ambos proyectos con fechas de febrero y enero de este año, respectivamente, muestra que el banco pretende cubrir las necesidades de 257 mil 947 beneficiarios de los programas sociales vigentes, como Sembrando Vida, Personal Adultos Mayores, Pensión para el Bienestar de Personas Con Discapacidad, Apoyo para el Bienestar de las Niñas y Niños, Hijos de Madres Trabajadoras y Becas Benito Juárez.
Todos residen en localidades sin sucursales cercanas para acceder a servicios financieros.
El proyecto de construcción de 16 nuevas sucursales, obtenido por EL UNIVERSAL y que tiene un costo de 35.5 millones de pesos, no aclara si los trabajos serán realizados por terceros o por miembros del Ejército, aunque argumenta que los sitios corresponden a “terrenos donados por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena)”.
De las nuevas sucursales, cinco estarán ubicadas en Chiapas, en los municipios de Altamirano, Berriozabal, Chicoasen, Jiquipilas y Saltos del Agua; una en Chihuahua, en Nuevo Casas Grandes; dos en Jalisco, en Mezquitic e Ixtlahuacán de los Membrillos; una en el Estado de México, en Temamatla; cuatro en Michoacán, en Coahuayana, Epitacio Huerta, Tiquicheo de Nicolás Romero y Villamar; una en Puebla, en Oriental; una en Tamaulipas, en Ciudad Mier, y una más en Tlaxcala, en Panotla.
Cada sucursal tendrá un costo promedio de 2 millones 221 mil 890.51 pesos y su construcción se realizará en una superficie de 6.5 metros por 10 metros, para un total de 65 metros cuadrados.
Las obras incluyen preliminares, cimentación, estructura, albañilería, carpintería, cancelería y herrería, instalación sanitaria, hidráulica, eléctrica y acabados.
Adecuación de espacios
Respecto al proyecto de equipamiento de sucursales, cuyo costo se estima en 60 millones de pesos, incluye mil 680 bienes nuevos de mobiliario y equipo de administración con una vida útil de 10 años.
Se consideran aires acondicionados mini split, anaqueles tipo alacenas, archiveros, cajas fuertes, calculadoras digitales, contadores de billetes y monedas, digitalizadores de cheques con lectura magnética y reconocimiento óptico de caracteres, enfriadores de agua, módulos gerenciales, extintores y lámparas para billetes falsos.
También lectores de códigos de barra, módulos de ventanilla, postes unifila, salas de espera, sillones de vista, sillas con rodaje y plegables, transformadores, anaqueles metálicos, trituradores, pizarras, portafolios y plantas de energía eléctrica de emergencia. Se equiparán las cinco sucursales por construirse en Chiapas; dos en Chihuahua, una en construcción y otra que ya opera en el municipio de Allende; una en Coahuila, en Ojo Caliente; una en Durango, en Indé, y tres en Hidalgo, en Chapulhuacán, Tepeapulco y Metepec.
La lista la integran también dos sucursales en el Estado de México, una en construcción en Temamatla y otra que ya opera en Zacualpan; en Michoacán son cinco, de las cuales cuatro estarían en construcción en Coahuayana, Epitacio Huerta, Tiquicheo de Nicolas Romero y Villamar.
A estas se suma la del municipio de Charo, que ya opera.
En Tamaulipas son tres, una prevista para su construcción en Ciudad Mier y dos que ya operan en Hidalgo y San Carlos; en Tlaxcala son tres, una en construcción en Panotla y dos que ya operan en San José Teacalco y Santa Cruz; en Guerrero es una en Apaxtla; en Jalisco dos, las que serán construidas en Mezquitic e Ixtlahuacán de los Membrillos; en Puebla es una, también en construcción en el municipio Oriental, y una en Veracruz, en Ixhuatlán del Sureste.
En la justificación de ambos proyectos se argumenta que “actualmente se presenta una inadecuada inclusión de las personas habitantes de zonas marginadas o lejanas de las cabeceras municipales a los servicios financieros, por lo que el Banco de Bienestar (…) busca incrementar la cobertura mediante la creación de nuevas sucursales (…), así como el equipamiento de una parte de las que ya se encuentran en operación”.
Añade que “no ha sido posible establecer convenios con la banca comercial para eliminar comisiones en cajeros automáticos, debido a que no es atractivo en términos económicos para el sector privado y, por consiguiente, no cubren las necesidades de los beneficiarios”.
Además, sostiene que “la banca comercial determina la apertura de sucursales e instalación de cajeros en términos de rentabilidad que éstos les reditúan y su objetivo primario es la captación de recursos y obtención de utilidades, mas no la dispersión de recursos de programas sociales”.
Esa situación provoca a los beneficiarios altos costos de traslado a localidades en las que hay servicios financieros, tanto en términos monetarios como de tiempo; riesgos de seguridad, toda vez que llegan a ser víctimas de asaltos debido al desplazamiento entre sus comunidades y las ubicaciones a las que concurren para hacer uso de servicios financieros.