Durante el motín que protagonizaron la tarde del martes para exigir la destitución del director del penal, Virgilio Morales Herrera, los presos de la cárcel de Cancún atacaron las instalaciones de tres juzgados, dos de los cuales quedaron prácticamente destruidos, con expedientes quemados y sistema de cómputo roto.
El subprocurador Carlos Arturo Álvarez Escalera, informó que en la trifulca tres reos resultaron “con magulladuras” y tres más fueron detenidos después de haber destruido tres juzgados penales que colindan con la cárcel.
Los presos colocaron una manta con la leyenda: “Se fueron los Zetas y llegaron los generales”, y gritaron consignas en las que señalaban que no tienen miedo a morir a manos de los empleados de Morales Herrera.
“El saldo es de tres detenidos por la destrucción de los juzgados penales, en los que prendieron fuego a los expedientes y causaron destrozos en el sistema de cómputo”, dijo Álvarez Escalera.
“Los tres juzgados están prácticamente destruidos, acabaron con la mayoría de las cosas. Hay tres lesionados, pequeñas magulladuras, nada grave. No hubo ningún enfrentamiento”, dijo.
Sin embargo, dijo que no habrá problemas con los procesos penales porque los expedientes están digitalizados y respaldados en servidores.
Además, señaló que tres internas embarazadas –Rosa Rodríguez, Deyanira Aguilar y Elizabeth Gómez– tuvieron que ser trasladadas al Hospital General.
El motín inició alrededor de las 2 de la tarde, justo cuando iniciaba el partido entre México y Brasil, y los presos regresaron a sus celdas dos horas después.
Álvarez Escalera confirmó que la revuelta se originó por “algunas situaciones, como el cambio de director”, y admitió que el “autogobierno está cobrando una cantidad de dinero”.
En un comunicado de prensa, el encargado de despacho de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, Juan Pedro Mercader Rodríguez, precisó que fue un “conato de motín”, y se debió a “diferencias” por el partido de futbol.
Álvarez Escalera indicó que en la reyerta participaron alrededor de 300 presos, y adelantó que levantarán cargos por “daños, sedición y motín”.
Para controlar a los internos armados con piedras y palos tuvieron que intervenir cerca de 200 militares y elementos de las policías estatal, municipal y federal que acordonaron el perímetro de la cárcel y lanzaron gases lacrimógenos.
Mercader Rodríguez afirmó que “la coordinación entre corporaciones y la oportuna intervención permitió controlar la riña, sin que pasara a mayores. Estaremos alertas para garantizar que prevalezca el orden.
Por su parte, el Capitán Arturo Olivares Mendiola, secretario de Seguridad Pública y Tránsito de Benito Juárez, quien dialogó con los familiares de los internos, confirmó que se restableció el dialogo y que no hubo violencia contra los reos.
—No hay golpeados —aseguró—. Sin embargo, en este momento no pueden pasar civiles porque no se puede arriesgar la seguridad de nadie.
Fue a las 16:30 horas que autoridades finalmente lograron retomar el control de la cárcel, logrando retener a los reos que propiciaron el motín.
El ministerio público inició cuatro averiguaciones previas: una por los delitos de lesiones, daños, motín y lo que resulte; otra por el delito de lesiones cometido en agravio de los internos J.C.V. y M.H.V.; una más por el delito de daños cometido en agravio del poder judicial del estado a los juzgados primero y cuarto y otro por el delito de motín en agravio de la sociedad y en contra de los internos Carlos Jesús Ciudad Uitzil, David Gerardo Hidalgo Esquevedo y Delfino Julio de la Torre Kuiam.