La recuperación de más de un millón de empleos perdidos a causa del impacto económico por el Covid-19 se dará hasta 2022, por lo que serán necesarios mayores estímulos del gobierno para los empleadores, coincidieron analistas económicos.
Una mejoría en términos de cubrir la baja laboral se daría en 2022 y bajo ciertas condiciones: una es sumar a lo perdido al menos 500 mil empleos formales durante 2021, y para ello es necesaria la actuación del gobierno, estimó Armado Leñero, presidente del Centro de Estudios para el Empleo Formal (CEEF).
Lograr reactivar el empleo formal requiere un crecimiento económico de por lo menos 2% o 3% anual, pero en un contexto en el cual se han quitado incentivos a la inversión, difícilmente se va a recuperar rápidamente, por lo que será en el mejor de los casos que hasta dentro de dos años volveremos a ver los niveles de empleo previos a la pandemia, comentó Aníbal Gutiérrez, profesor e investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La recuperación de las plazas laborales va a darse, fundamentalmente, por recontrataciones de empresas medianas y grandes que cancelaron contratos de sus trabajadores y que, al reanudarse la actividad económica, no arrancan a 100% de su capacidad, por lo que la reparación en materia laboral será tan lenta como lo sea la recuperación económica del país, dijo Raymundo Tenorio, profesor emérito del Tec de Monterrey.
De acuerdo con los resultados más recientes de la encuesta que levanta Banco de México de las expectativas de los especialistas en economía del sector privado, se estima que este año cerrará con una pérdida de un millón 125 mil plazas y con una caída de la economía de 8.8%.
Para 2021 se espera que la economía formal genere unas 380 mil plazas, con un crecimiento económico de 2.8%, por lo que en 2022 se deberían generar entre 763 mil y 937 mil nuevos empleos para regresar a los niveles que se tenían antes de la pandemia, lo cual se ve difícil ante la falta de estímulos económicos.
Para lograr la mejoría del mercado laboral en el país tras la pandemia, hay que considerar tres escenarios: subsidiar total o parcialmente las cuotas obrero-patronal, extender el salario de garantía para quienes pierdan el trabajo y generar un plan de apoyo que incluya ayuda fiscal y asesoría en capital humano para los empresarios, afirmó Leñero.
Estos puntos han sido parte de las recomendaciones emitidas por instancias como el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), pero en la práctica, las organizaciones no están recibiendo asistencia financiera, de gestión de personal o de administración fiscal, lo que resulta vital para no perder más empleos, agregó.
“Hoy cada empresa está gestionando sus planes para contener despidos, sin una ayuda formal y medible impulsada [por parte de] las autoridades”, dijo Leñero.
En opinión de Raymundo Tenorio, las empresas no deben esperar ningún apoyo del gobierno federal, porque las autoridades ya demostraron que, en una crisis inédita como esta, prácticamente no hubo estímulos para el sector privado.
Además, destaca que los gobiernos estatales han actuado más que la administración federal, otorgando descuentos de 50% sobre el impuesto a la nómina o el predial.
Gutiérrez afirmó que la pérdida de empleos y los impactos en las firmas ya se están manifestando, y no se ve que haya algún incentivo real para que la economía acelere el crecimiento y la creación de empleos, lo que hará más lenta la reactivación del mercado laboral.