De cumplirse la estimación, habría 17 tormentas con nombre entre el 1 de junio y el 30 de noviembre
La temporada de huracanes en el océano Atlántico va desde el 1 de junio hasta el 30 de noviembre. Si bien se han registrado fenómenos climáticos por fuera de esos meses, la mayor concentración se da en ese período. Previo a su comienzo, los principales pronosticadores de los Estados Unidos anticipan su cantidad y magnitud. Después de un 2020 en el que se rompieron todos los records históricos, con 20 tormentas con nombre -de las cuales 13 fueron huracanes- la tendencia parecería seguir en 2021.
Los expertos en meteorología de la Universidad estatal de Colorado, encabezados por Phil Klotzbach, anunciaron este jueves que esperan 17 tormentas tropicales, de las cuales 8 podrían convertirse en huracanes. Se considera una temporada normal aquella que tiene hasta 12 tormentas con nombre y 6 huracanes. Una tormenta tropical pasa a ser considerada un huracán cuando la velocidad del viento supera los 120 kilómetros por hora.
Pero el pronóstico va más allá del número elevado de disturbios. Según los expertos, al menos cuatro de los huracanes de esta temporada serían grandes huracanes, es decir, aquellos que llegan a ser catalogados como categoría 3, 4 o 5, con vientos que superen los 180 kilómetros por hora. Según el estudio, hay un 69 por ciento de probabilidades de que al menos uno de estos grandes huracanes toque tierra en los Estados Unidos.
Según explicaron los científicos, las condiciones atmosféricas actuales son muy similares a las que se vieron en 1996, 2001, 2008, 2011 y 2017.
“Todas esas temporadas análogas tuvieron una actividad muy intensa. Especialmente 1996 y 2017, que fueron temporadas extremadamente activas”, explicaba Klotzbach al presentar el estudio.
En los últimos seis años, de particular actividad, al menos una tormenta se ha formado siempre durante el mes de mayo, con lo que no se descarta que eso ocurra también este año. Parte de las razones por las que creen que habrá mucha actividad tienen que ver con las altas temperaturas del agua en partes del océano Atlántico y la falta de un fenómeno del El Niño.
El Niño es un fenómeno natural de calentamiento de aguas en zonas tropicales del océano Pacífico, el cual genera ráfagas de viento verticales. Cuando esto ocurre, disminuiye la actividad atmosférica que deriva en huracanes sobre el Atlántico. Por el contrario, el fenómeno de La Niña se da cuando hay aguas más frías que lo normal en las zonas tropicales, y esto genera una mayor cantidad de huracanes en el Atlántico. Este año no se espera un fenómeno de La Niña, pero si la falta de El Niño.
Estos pronósticos no solo satisfacen la necesidad del público de estar preparado para estos fenómenos, sino que son vitales para industrias como la de los seguros que calculan sus pólizas en base a estos estimados.
La Universidad estatal de Colorado es una de las más respetadas en este campo, considerando que realiza predicciones de huracanes desde hace 38 años. Por su parte, AccuWeather, el medio especializado, realizó su propia predicción de la temporada de huracanes la semana pasada e indicó que esperan entre 16 y 20 tormentas con nombre, de las cuales 10 podrían convertirse en huracanes. Agregaron que esperan que de 3 a 5 tormentas toquen tierra en los Estados Unidos. La Administración Nacional de Océanos y Atmósfera lanzará su predicción en el mes de mayo.