Chetumal, 28 de mayo (Infoqroo).– Ante la incertidumbre, 160 enfermeros contratados como “eventuales” durante la pandemia de covid-19 en Chetumal, se manifestaron frente al Palacio de Gobierno para exigir certeza laboral y que se cumpla la promesa de otorgarles una base en el Instituto Mexicano del Seguro Social y la Secretaría de Salud de Quintana Roo.
Los inconformes explicaron que, ante el final del sexenio del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, la preocupación se incrementa, pues, contrario a sus condiciones labores un grupo de cinco médicos provenientes de Cuba ya cuentan con una base laboral en el Hospital Oncológico de Chetumal, con prestaciones de ley, alimentos y hospedaje incluido.
“Lo triste es que vienen otras personas de otros países, los que vienen de Cuba que están trabajando en el oncológico de Chetumal, ellos ya tienen base, les llevan alimentos, y hospedaje. A nosotros, como mexicanos, nos mandaron al ‘ahí se va’ y no hay certeza de qué pasará con nosotros”, indicó Karla Ávalos, una de las enfermeras inconformes.
Ante la movilización, fueron atendidos por el titular de la Sesa, Carlos Flavio Rosado, a quien le indicaron mantendrían la manifestación de ser necesario hasta el aeropuerto de la ciudad, en busca de encontrar al presidente López Obrador durante su visita a Chetumal, mientras esperan una respuesta del gobierno del Estado.
“Esperamos respuesta porque nosotros tenemos contrato hasta diciembre y el presidente ya se va, ¿Qué va a pasar con nosotros? Somos alrededor de 160 trabajadores, somos enfermeros que queremos estabilidad laboral”, indicó Byron, uno de los manifestantes.
A la manifestación acudieron con pancartas en mano, con leyendas de reclamo ante las promesas incumplidas, pues aseguran que buscan hechos y no palabras para los héroes del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), que hoy trabajan para el IMSS Bienestar sin prestaciones de ley y en la incertidumbre que genera el fin de sexenio.
Cabe recordar que durante la pandemia de covid-19, médicos y enfermeros fueron reubicados y contratados para atender la demanda de personas contagiadas por el virus en la capital del Estado en plena contingencia sanitaria; incluso se manifestaron por no contar con los insumos necesarios, herramientas, y equipos de protección para las jornadas hospitalarias, que cobraron la vida de médicos, enfermeros y especialistas en el Estado.