Manifestantes prendieron fuego a botes de basura y la policía respondió con cañones de agua en el centro de Roma la noche de ayer, durante una jornada de inconformidad y molestia contra las restricciones implementadas para combatir al coronavirus que incluyen el cierre temprano de bares y restaurantes, así como el cese de operaciones de gimnasios y salas de cine, una muestra del creciente descontento en Europa ante las renovadas medidas de confinamiento.
Peatones y conductores que volvían a casa del trabajo en Roma quedaron sorprendidos cuando los manifestantes, algunos de ellos encapuchados y miembros de un grupo político de extrema derecha, prendieron fuego a botes de basura en Piazza del Popolo, derribaron motonetas y monopatines estacionados y arrojaron bombas de humo, según reportes de la televisión estatal. Vagonetas de la policía respondieron con cañones de agua para dispersar a la multitud.
Fue la quinta noche consecutiva de protestas violentas en Italia después de que las autoridades implementaran toques de queda en distintas urbes del país como Nápoles y Roma.
Después de que las protestas se tornaron violentas la noche del lunes en la capital financiera del país, Milán, la policía arrestó a 28 personas. Varias ciudades de Francia implementaron toques de queda nocturnos. Las escuelas deben cerrar a las 6 de la tarde.
Italia rompió un triste récord ayer; registró 221 víctimas, la cifra diaria más alta desde el 15 de mayo, y 21 mil 944 infecciones.
Francia registró 292 muertos por Covid-19 en las últimas 24 horas, lo que supone la cifra más alta desde abril, superando los 258 de la víspera, indicaron las autoridades sanitarias.
El presidente francés, Emmanuel Macron, dirigirá hoy un discurso televisado a la nación en el que anunciará nuevas medidas para combatir el avance de la pandemia de coronavirus.
En España, exhaustos después de más de seis meses de pandemia, los médicos del sistema sanitario público iniciaron una huelga nacional, la primera en 25 años.
Mientras, un estudio británico realizado por el Imperial College London e Ipsos Mori mostró que la inmunidad adquirida por las personas infectadas y curadas de Covid-19 “decae bastante rápidamente”, especialmente en personas asintomáticas, y podría durar sólo unos pocos meses.