Cancún, 24 de septiembre.— Alejandro Varela Arrellano, director jurídico del Fondo Nacional de Fomento al Turismo, manifestó que el Tren Maya es un proyecto diseñado para atraer desarrollo económico, social y cultural a una amplia zona del país que requería mayor atención.
En su intervención en el Tianguis Turístico Digital, enfatizó que el Tren Maya es un proyecto de ordenamiento territorial, cuyas principales premisas son: inclusión social, restauración ambiental, desarrollo sustentable y respeto al patrimonio cultural e histórico.
También dijo que su ejecución se hace a partir de una planeación participativa e incluyente, y ofrece mayor conectividad de aeropuertos y puertos para generar comercio y elevar la calidad de vida de la población.
Igual incrementará la conectividad de transporte y digital al llevar este último servicio a lugares que hoy en día carecen de internet, afirmó.
Al referirse a la reserva de la biosfera de Calakmul, señaló que el proyecto se hizo con el tacto de protección y apoyo de servicios básicos, como electricidad y agua potable a varios núcleos de población asentados en la zona.
“La realidad es que hay una migración constante e impacto en las fronteras de esa biosfera y reservas territoriales que no reciben atención adecuada en su planeación. El planteamiento es, al intervenir con el Tren Maya, que correrá por el mismo derecho de vía de la carretera existente desde hace 50 años, acercar servicios y establecer medidas que mitiguen impacto y tener tasas controladas de crecimiento”, expresó.
Varela Arrellano destacó que se planearon pasos de fauna en la reserva de Calakmul, diseñados a partir de los modelos de migración de especies predominantes, como los felinos mayores, el jaguar entre ellos.
Las locomotoras serán de conexión dual, es decir, el 43.3 por ciento será electrificado y el restante empleará diesel.
También destacó que el proyecto permitirá un ahorro de costos en transporte y señaló que los tiempos fijos del tren lo hace más competitivo en largas distancias y en la cantidad de carga que migra al ferrocarril, que proviene o se dirige fuera de la región.
En promedio, señaló que el Tren Maya transportará mercancías en una velocidad 72% superior que las actuales vías del Mayab y 12% mayor que el autotransporte.
En el primer año de operación, es decir, en 2023, en el autotransporte se ahorrarán 273 millones de pesos en costos de tiempo de viaje.
Igual generará un ahorro aproximado de 1.6 millones en Costos de Operación Vehicular (COV) y 1.3 mil millones teniendo en cuenta los ahorros en Costos Generalizados de Viaje (CGV).
En cuanto el valor de los beneficios del transporte de carga, ascienden a 34.4 mil millones de pesos relacionados con los COV.
El funcionario recordó que el Proceso de Consulta Indígena incluyó 30 asambleas regionales, 15 informativas y 13 consultivas, que se realizaron el 29 y 30 de noviembre y 14 y 15 de diciembre de 2019, respectivamente.
En esas reuniones participaron 10 mil 305 personas pertenecientes a mil 078 comunidades indígenas de las cinco entidades federativas involucradas en el proyecto. De esas, 3 mil 502 participantes lo hicieron en su calidad de autoridades comunitarias, municipales, agrarias y tradicionales, quienes establecieron un diálogo abierto, constructivo y horizontal.
Destacó que la elaboración del proyecto involucró a varias entidades de gobierno, como las secretarías de Hacienda, Bienestar; Desarrollo Territorial, Relaciones Exteriores, Gobernación, Cultura, Medio Ambiente, Agricultura, Turismo, Comunicaciones, el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas y la Agencia Reguladora de Transporte Ferroviario.
También entre los asesores principales mencionó a la UNAM, el Instituto Politécnico Nacional, la Universidad Autónoma Metropolitana, Unesco, Unops, Onuhabitat, Steer, Mextypsa, Sener y en el aspecto financiero, a PWC y CMS Woodhouse Lorente Ludñow. (Galu Comunicación)