Que Messi vuelva a creer en el Barcelona, el primer gran desafío de Ronald Koeman

BARCELONA — Ronald Koeman se ve este lunes cara a cara por segunda vez con Leo Messi. Al cabo de 18 días de aquel primer encuentro en el que el astro argentino le trasladó sus dudas respecto a su permanencia en el Barcelona, al técnico holandés se le presenta el monumental reto de ganar para la causa a un jugador que se queda en el club… Muy a su pesar.

“Quiero a jugadores que quieran estar aquí”, relató Koeman, claro y conciso, el día de su presentación como entrenador azulgrana y ese es el querer que deberá arrancarle al crack, de quien es una incógnita conocer ahora mismo sus pensamientos.

Messi se queda en el Barça sin aclarar cuales son sus planes de futuro ciertos. Se guardó mucho durante su anuncio de dar a conocer si solo tiene intención de cumplir este último año de contrato y marcharse libre en 2021 o si, quizá, atenderá al ganador de las elecciones que deben celebrarse en abril (o mayo) para olvidarse de su marcha y firmar su renovación con quien inicie a partir de la temporada 2021-22 el nuevo proyecto del club.

Antes de eso habrá que comprobar tanto el ánimo personal, que no futbolístico, de un Messi de quien sus compañeros no se han manifestado durante todos estos días más allá de recibir bien su permanencia, una vez confirmada, que proclamaron estando con sus selecciones De Jong o Griezmann. Antes, durante todo el conflicto, ninguna voz del vestuario apareció en público para animarle a cambiar de opinión, lo que puede dar una idea de que el ascendente personal de Leo en la caseta puede no ser tan cierto como pareciera tratándose del capitán.

La salida de Suárez, su mayor amigo, y la de Arturo Vidal, con quien ha mantenido una relación también muy cercana, provocan que sea ahora solo Jordi Alba su principal apoyo entre una plantilla que se sabe ajetreada desde hace meses y que a partir de la llegada de Quique Setién en lugar del destituido Ernesto Valverde en enero se ha ido descosiendo sin remedio.

Koeman, en su labor de regenerar la plantilla, precisará que Messi se sume a su libreto, tanto deportivo como personal, de forma urgente.

El holandés quiere a Leo como líder indiscutible de su proyecto deportivo y el vestuario espera que con el nuevo técnico y sin la presencia de algunos jugadores ‘especiales’ el argentino se reintegre a la disciplina colectiva, toda vez que se entiende confirmado que el nuevo entrenador, con un ascendente claro, sin ataduras desde los despachos y sin relación personal con ninguno de sus nuevos jugadores, tendrá el mando absoluto del vestuario.

Nadie sabe hoy si en enero de 2021 Messi, entrando en sus últimos seis meses de contrato, resolverá acordar su fichaje con otro club de cara a la siguiente temporada o esperará al resultado de las elecciones para tomar una decisión… Si es que el cambio no se acelera a través de la moción de censura.

La única realidad es que dando por hecho que Ronald Koeman está decidido a recuperar el mando en la caseta, ganarse al capitán (entendiéndose que conserve el brazalete) será fundamental en la suerte de una temporada con sabor a cambio.

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