CANCUN, 31 de julio.— “¡Queremos acciones, no más simulaciones!”, le dijeron al presidente Andrés Manuel López Obrador familiares de personas desaparecidas en Quintana Roo, que hasta en cuatro ocasiones le han pedido su apoyo sin que hayan tenido éxito.
Al final @lopezobrador_ se acercó y habló con las madres de desaparecidos en Quintana Roo, se comprometió a atender el tema… el problema, dicen ellas, es que los funcionarios no dan seguimiento a los casos
El presidente respondió que no es igual a otros, sino humanista pic.twitter.com/bAoczUxhoG
— Sara Pablo Nava (@sarapablo1) July 31, 2022
Decenas de familiares de desaparecidos, agrupados en el colectivo “Verdad, Memoria y Justicia”, acudieron al distribuidos vial de la Colosio con Bonampak y Rodrigo Gómez, donde el Presidente supervisó el inicio de cuatro obras de infraestructura vial para esta ciudad, para tratar de hablar con López Obrador.
Algunos de los familiares de los desaparecidos gritaron consignas en el momento en que el López Obrador daba su discurso, quejándose de trabas de la Fiscalía y de la Policía estatal para dar con sus familiares desaparecidos.
“Ya todos conocemos la historia de esta ciudad turística, de este mar turquesa…”, decía el Presidente en el arranque de su discurso.
“¡Ciudad de desaparecidos!”, gritó la madre de Francisca Flores Patrón, de 17 años, que desapareció en junio de 2020 en Quintana Roo.
Madres de desparecidos protestaron durante el evento del presidente @lopezobrador_ en Cancún, Quintana Roo
“Abraza las madres” le gritaron pic.twitter.com/1zTJ5sec1L
— Sara Pablo Nava (@sarapablo1) July 31, 2022
Los manifestantes estuvieron en el lugar del evento desde antes de que llegara la comitiva presidencial y así todo el tiempo que duró el evento, que se desarrolló bajo un toldo, permanecieron bajo el sol, sin que les permitieran entrar a la zona sombreada. Estuvieron siempre detrás de las vallas.
Los gritos de los manifestantes, que se intentó apagar con aplausos y vítores al Presidente, obligó a López Obrador a referirse tibiamente al tema de los desaparecidos al final de su discurso.
“Vamos a continuar con la búsqueda de personas desaparecidas respetando los derechos humanos, sin reprimir a la población. No les gusta a nuestros adversarios, pero soy un poco perseverante y lo voy a seguir diciendo: abrazos, no balazos”, enfatizó”, subrayó.
Romana Rivera, la madre de Diana Ramírez, le gritó que los abrazos lo requieren las madres.
Al final del evento, cuando el Presidente se dirigía a su vehículo, una camioneta Suburban blindada que desde hace muchio sustituyó al modesto Jetta, fue abordado por los manifestantes.
“Queremos acciones no más simulaciones Presidente, escucha a las madres de los desaparecidos”, le dijo Dana, una integrante del Colectivo Verdad Memoria y Justicia, que reporta casi 30 desaparecidos.
“Ya hablé con ellas, ya las escuché”, respondió el Presidente.
“Pero son varias señor ¿Puede por favor darnos un minuto de su tiempo? Andrés Manuel, dijiste abrazos, dales un minuto o pásalas a la sombra si quieres, habla con ellas, son varias, no has hablado con ellas”, insistió Dana.
El Presidente se detuvo.
“Ya hablé, ya hablé, y tengo convicciones, tengo palabra, soy humanista, no soy igual que los otros”, reviró López Obrador.
“Pero dejas muchos pendientes “, lanzó la mujer.
“Es la cuarta vez que hablo con usted de esto. Esta es mi hija desaparecida hace dos años y usted no me ha ayudado”, le dijo otra mujer, mientras la trataban de opacar por un simpatizante del Presidente con el estribillo de “¡Es un honor estar con Obrador!”.
Otra persona le dijo que le envió una carta y le preguntó que si ya lo había leído, mientras el Presidente recogía fotografias de desaparecidos.
“Solo escucha, pero no hay acciones”, dijo otra mujer.
A su arribo al evento, también escuchó la ironía de un cancunense.
“Ya llegó el del Tsuru, ya llegó el del Tsuru”, en referencia a que el tabasqueño bajó de una Suburban.
El joven fue echado del acto por la misma gente.
También se presentaron al acto vecinos que pagaron postes y medidores por su cuenta para que les fuera instalada la energía eléctrica, pero aseguraron que fueron timados por la CFE y el gobierno municipal.